¡Ay cuando las imágenes estaban tapadas por UN VELO NEGRO...! Este Crucifijo, que se ponía en los entierros, era destapado o descubierto poco a poco por el sacerdote oficiante el Viernes Santo con el aquél "Flexemus genua". La cuestión es que este año volveremos a oír con suma devoción: "Dulce árbol donde la Vida empieza con un peso tal dulce en su corteza". SALUDOS.