No era de extrañar que no se oyera, MEMBRIO

(1 de Noviembre de 2011)
La gente no se calla... querían altavoces; tal vez si las MAYORDOMAS si hubiesen puesto en el medio, mirando al público se hubiese subsanado la deficiencia de audición. Pero fue la primera vez,,, hay que tener paciencia. Somos demasiado exigente con los demás... no así con nosotros mismos. SALUDOS.