No se sabe la intensidad del dolor.... hasta que te toca. SALUDOS. El Sr. Cura vistiendo capa pluvial negra así como la manga de la cruz procesional, se dirigia al domicilio del fallecido; se procuraba que no asistiera los niños, salvo que el difunto fuera niño o niña; entonces los propios maestros asistirán con los niños de las escuelas en fila de a dos; pero nadie se daba cuenta que los monaguillos eran niños. Era sobrecogedor, los llantos y gritos cuando llegaba el sacerdotes. No había "oficialmente" plañideras, pero había gente que lloraban muy bien y se encontraban... Y es que los entierros de antes no se parecen nada a los de hoy desde el momento que doblaban las campanas. Desde donde estuvieramos, siempre había alguien que te mandaba a callar:
- ¡Callate... que sepamos quién es. Y es que dependiente del numero de toque que daba la campaña grande. se sabia su el difunto era hombre, niño o mujer. A partir de aquí se enpazaba a deslucir quien habria podido ser. El día del entierro, venían un par de mujeres con dos tableras a la cabeza. que se ponian alrededor... Ello está muy bien... el acompañamiento siempre es agradecido. SALUDOS. esto fue un cuadro, estan siempre dispuesto a pasarselo bien