caen como cuchillos
sobre mí desangrándome.
Y cada herida tiene
la forma de tu boca.
Pablo Neruda hay un gran viento blanco
que derriba mi sueño
y caen de él las hojas, Y cuando viene el sueño
a extenderme y llevarme
a mi propio silencio te vi salir mirándome
desde las torturadas
y sedientas raíces. Ayer cuando sacaron
de raíz, para verlo,
el viejo árbol enano