Una lus era asina como colorá
como d´un brasero el borrajo
lo mesmo que se pone el cielo
al escurecer d´un verano,
y endispués s´apagaba y s´encendía
otra lus q´amarilleaba.
Y aluego otra lus, enseguía,
que como la yerba verdegueaba.
Y antonces se paraban los víhiculos
y toa la gente pasaba,... Aquí tenemos el plano de la casa; que curioso el espacio más pequeño es el que está dedicado a la casa, se necesitaba más, que el pajar fuera grande -eso parece-.