Claro que es una reminiscencia fel pasado; cuando gente familiares o no, se reunian sentados o de rodillas alrededor del panteón. Yaa no se ve. SALUDOS. Exactamente... era costumbre de llevar sillas bajas al cementerio en el Día de Todos los Santos. Y lo que más llamaba la atención el silencio tan sepulcral, nunca mejor dicho, que se respiraba y el cuidado que había que tener cuando se andaba entre sepulturas, que en un momento dado podían ceder o hundirse. SALUDOS.