Si, una pila larga pero todo transformado ya. La verdad que nos llevó allí, el recuerdo de aquel vecino tan peculiar, que iba todos los días descalzo a buscar pan. La última vez fue en 1967 en las orillas del río Plasencia, dónde andaba paseando en Plasencia. La verdad es que acompañamos a vera otra vecina. Interrelación es importante, o por lo menos no aburrida. SALUDOS. Aquí lo único que hay que tener es perseverancia... Lo de buenas piernas se sustituye por el entusiasmo del encontrar, ver y contemplar. SALUDOS.