Un día, ha mucho tiempo, tanto que ni me acuerdo, fui haciendo autostop hasta la provincia de Ávila, en busca de un pueblo. Me acompañó mi gran amigo, Diego.
Ahora, los pueblos están cerca, entonces estaban más lejos; el citado, a hacer gárgaras, allá por la sierra de Gredos. Llegamos de madrugada, nos llevó un humanitario camionero. Allí, “en la soledad de la noche sin luna”, sin ojos verdes ni luceros, sobre un amanecer de miel, veíamos la sierra... ricos ricos nos salieron a mis hermanas y a mi loli