Y pensemos que por pensar todavía no ha llegado la hora de pagar algún impuesto, nos acordamos que en aquellos Hornos y Rehoyos casi siempre llevábamos el arado en volandas para que no se enganchara con los canchos, retamas……………, nunca terminábamos ni un surco corto con la vertedera metida hasta las orejas, menos mal que estamos aquí para contarlo porque cuantas adversidades. Parece mentira que esta tierra tan arenosa que parece el desierto sea tan productiva, cuando vamos siempre la vemos sembrada o recolectando zanahorias, remolacha, cebollas………….. y también en los troncos del pino con el tiesto lleno de resina.
Que gloria que desde que empiezan los tractores el surco por muy largo que sea no tienen que levantar el arado para que no se enganche con algún cancho, cepas de retamas…………….