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MEMBRIO: Si observamos el pasado desde la nostalgia, nos dejamos...

Si observamos el pasado desde la nostalgia, nos dejamos atrapar por el síndrome de Estocolmo. Es decir, llegamos a enamorarnos, incluso, de nuestros peores momentos. Algunos, en su paroxismo intelectual progre, llegan a llamar a esto "espíritu positivo" (por aquello de Comte) Yo, desde mi limitado pensar, creo que el positivismo tiene mucho que ver con una actitud ante el presente, más que con el pretérito o futuro. O sea, el pensamiento positivo "es", no fue ni será. Digo esto- y me dirijo, como no podía ser de otra manera, a mi buen amigo Carlos te- por la dicotomía que me abruma, como a mucha gente, en cuanto a lo que siento y lo que pienso, respecto a esta foto de "las pisaeras".Las pisaeras, son esas que anteceden a esa especie de acueducto (perspectiva est)Son las mismas que nos aislaban del otro lado en los días de mucha lluvia ; las mismas que cruzábamos haciendo virguerías (más de uno se mojó)cuando el agua trascurría clara (los tiempos de la lavandería) En fin, las "pisaeras" fueron un monumento al equilíbrio. Ahora no tenemos que hacer equilibrio, pasamos sin problemas, y , a lo mejor, llegamos- casi todos -a fin de mes (como podemos, es verdad) ¿Por qué esa añoranza de las "pisaeras"? Seguramente porque éramos alegres, dicharacheros, guapos, enamos, inocentes, felices, malillos e irresponsables... ¿o, quizás, porque al otro lado creíamos dormía plácidamente nuestra cenicienta? ¡¡quién sabe!!
Y yo, que siempre dije que mi melancolía y mi añoranza viajaban en el "Lusitania expreso". Un saludo, amigo. PC.