LIS DE AZUR:
La abuela de Lis, le dijo, cierto día, que cuando muriesemos iríamos a un bosque que hay detrás de las nubes. La abuela de Lis, se lo diría con esa voz suave que nace de la sombreada brisa. Es raro, yo me quedaba absorto observando la luz de rey, en la creencia de que mi futuro estaría allí. ¡¡Craso error! Ahora me doy cuenta, al pensar en mis ojos auxiliares, que, en realidad, la luz era mi infantil fantasía. Ciertamente, la sucesión intestada de la genética de Lis, me lo ha hecho ver (más bien, sentir) ¡Si, puede ser, debe de ser, tiene que ser!. Detrás de las nubes que vemos cuando duerme la luz, ese espacio infinito al que amamos cada día; en el horizonte mismo, donde los sueños sonríen. Allí, sí, hay un bosque de encinas, al que parte en dos un regato de diáfanos cristales. ¿Encinas en el espacio? -¡estás loco!- se oye el ulular elocuente del tétrico silencio- Si, encinas inmunes a las hachas endémicas. Me lo ha dicho Lis, que se lo dijo su abuela.
La abuela de Lis, ha hecho posible que comprenda al que todo lo supo: la poesía es más profunda y filosófica que la historia.¿ En que orilla del regato lloraremos la ausencia de nuestras perdidas miradas?
J.sin tierra.
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La abuela de Lis, le dijo, cierto día, que cuando muriesemos iríamos a un bosque que hay detrás de las nubes. La abuela de Lis, se lo diría con esa voz suave que nace de la sombreada brisa. Es raro, yo me quedaba absorto observando la luz de rey, en la creencia de que mi futuro estaría allí. ¡¡Craso error! Ahora me doy cuenta, al pensar en mis ojos auxiliares, que, en realidad, la luz era mi infantil fantasía. Ciertamente, la sucesión intestada de la genética de Lis, me lo ha hecho ver (más bien, sentir) ¡Si, puede ser, debe de ser, tiene que ser!. Detrás de las nubes que vemos cuando duerme la luz, ese espacio infinito al que amamos cada día; en el horizonte mismo, donde los sueños sonríen. Allí, sí, hay un bosque de encinas, al que parte en dos un regato de diáfanos cristales. ¿Encinas en el espacio? -¡estás loco!- se oye el ulular elocuente del tétrico silencio- Si, encinas inmunes a las hachas endémicas. Me lo ha dicho Lis, que se lo dijo su abuela.
La abuela de Lis, ha hecho posible que comprenda al que todo lo supo: la poesía es más profunda y filosófica que la historia.¿ En que orilla del regato lloraremos la ausencia de nuestras perdidas miradas?
J.sin tierra.
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