Lívido, hierático, la faz atormentada. Es esa cara que se le queda a uno cuando está completamente sometido y subordinado a la cosa etílica. ¿A que sí, Chengue? A Fernando se le ve bien, dentro de la normalidad; al pequeño Sanz, también. Pero a ti, compañero, se te fue la mano. Eso pasa por no aprender de tus mayores. El caso es que esos tres personajes son de dos promociones anteriores a la mía, aunque en algún caso coincidimos en alguna faena. Especialmente con Fernando- al que recordamos con mucho cariño- actué en alguna plaza de primera categoría. No sé, un día de esos que uno necesitaba mozo de espadas. Buena gente. Saludos. PC