¡Soooo!, ¡quieto, caballo, que está aquí el del fuelle! Amigo Baleares, era, simplemente, un caballo de cartón; ¡como eras!. Estas enorme.
Un abrazo.
Un abrazo.
CHENGUE: Después de esa experiencia no creas que he vuelto a montar a un caballo, posiblemente algún que otro burrino, pero a mi la equitación nunca me fue y a los equinos, conmigo encima, seguro que menos. UN SALUDO