¡Que foto mas espectacular! ¿verdad?. Pero creo que tiene un transfondo de tristeza, ¡me explico!. Primero: por que seguramente, ninguno de los "señoritos" que están en ella eran del pueblo ¿tal vez el niño?. Segundo: por que mientras estos se lo pasaban "bomba" pegando tiros matando animales, la gente humilde del pueblo les hacia el trabajo "sucio" -no siempre bién pagado- de batir la caza. Esto lo digo con propiedad.
No se me olvidará jamás, un día de otoño-invierno de hace 48 años, yo solo tenía 9 años, formaba parte de un grupo de niños de parecida edad -"ZAGALES" era nuestra categoría profesional- que trabajabamos en la finca LOS ZAMORES ayudando a los pastores en la "pariera" o nacimiento de los corderos. Ese día, nos cambiaron de puesto de trabajo -mobilidad funcional se llama ahora- y nos mandaron a batir junto con otras personas adultas, a la cazería de caza menor. Reitero, ¡fué inolvidable!; pués en los mas de 16 años que viví en el pueblo, fué el primer y único día que vi nevar y conocí la nieve, pero... ¡qué nevada!. Con lo pequeños que éramos nos llegaba la nieve por las rodillas.-Fué todo una aventura; las catiuscas de media pierna de la época, se nos llenaban de nieve, y estábamos mas tiempo rodando por el suelo que de pié; no he pasado mas frio en mi vida; y eso que llevo mas de 40 años viviendo en el norte; aquello fué muy duro, de ahí que no se me haya olvidado después de tantos años. Aún así, sigo amando a mi pueblo. SALUDOS.
No se me olvidará jamás, un día de otoño-invierno de hace 48 años, yo solo tenía 9 años, formaba parte de un grupo de niños de parecida edad -"ZAGALES" era nuestra categoría profesional- que trabajabamos en la finca LOS ZAMORES ayudando a los pastores en la "pariera" o nacimiento de los corderos. Ese día, nos cambiaron de puesto de trabajo -mobilidad funcional se llama ahora- y nos mandaron a batir junto con otras personas adultas, a la cazería de caza menor. Reitero, ¡fué inolvidable!; pués en los mas de 16 años que viví en el pueblo, fué el primer y único día que vi nevar y conocí la nieve, pero... ¡qué nevada!. Con lo pequeños que éramos nos llegaba la nieve por las rodillas.-Fué todo una aventura; las catiuscas de media pierna de la época, se nos llenaban de nieve, y estábamos mas tiempo rodando por el suelo que de pié; no he pasado mas frio en mi vida; y eso que llevo mas de 40 años viviendo en el norte; aquello fué muy duro, de ahí que no se me haya olvidado después de tantos años. Aún así, sigo amando a mi pueblo. SALUDOS.