ACEITUNAS MUY ALTIVAS
MI QUERIDO CABALLERO.
! Que envidia tengo de vos ¡
! que solo con una voz ¡
hicieran los como les dijo,
y ellas obedecieron,
bajando en fila de a dos.
Pero en cambio con las mías,
ni arr, ni arre, ni soo,
ellas ni oyeron mi voz,
y mirando la tardanza,
no me quedo más prestanza,
que subirme al árbol yo.
Y temiendo tal pavor,
de subirme a las alturas,
jure por mi galanura,
que me he de vengar.! POR DIOS ¡.
Se agarraban al olivo,
de! tal manera ¡al saber,
que allí iván a perder,
el cuerpo, el alma y la hacienda,
en la terrible contienda,
que les llegaría después.
Un tercio pase a cuchillo,
con tres certeros "sajazos",
otro tercio con un mazo,
y para más rabia de olivo.
El resto las tengo aquí,
con el agua hasta el "pescuezo",
a ver si un día de estos me acuerdo,
y la hundo de un plumazo,
Ya se que vos me dirá,
que no es una actitud de dama,
pero imagine me usted,
vestida de Doña Ines,
encarama en una rama,
! Y TODO POR SER MUJER ¡
MI QUERIDO CABALLERO.
! Que envidia tengo de vos ¡
! que solo con una voz ¡
hicieran los como les dijo,
y ellas obedecieron,
bajando en fila de a dos.
Pero en cambio con las mías,
ni arr, ni arre, ni soo,
ellas ni oyeron mi voz,
y mirando la tardanza,
no me quedo más prestanza,
que subirme al árbol yo.
Y temiendo tal pavor,
de subirme a las alturas,
jure por mi galanura,
que me he de vengar.! POR DIOS ¡.
Se agarraban al olivo,
de! tal manera ¡al saber,
que allí iván a perder,
el cuerpo, el alma y la hacienda,
en la terrible contienda,
que les llegaría después.
Un tercio pase a cuchillo,
con tres certeros "sajazos",
otro tercio con un mazo,
y para más rabia de olivo.
El resto las tengo aquí,
con el agua hasta el "pescuezo",
a ver si un día de estos me acuerdo,
y la hundo de un plumazo,
Ya se que vos me dirá,
que no es una actitud de dama,
pero imagine me usted,
vestida de Doña Ines,
encarama en una rama,
! Y TODO POR SER MUJER ¡
No es por lo de ser mujer,
es, que si queremos cojer,
para al paladar llevar,
y acetunas saborear
nos tenemos que encaramá,
a veces a una pared
y con un palo atizá;
claro y esto será,
sin cojer mucha carrera,
porque sino, pue pasá
que al coger fuerza pa dar
se te vaya el cuerpo a tierra,
y queden las acetunas
riéndose de la fiesta.
Este año, en la cosecha
una prueba he de hacer,
de guardia me vistiré,
entraré en el olivá
y firme las pienso poné.
Si no consigo que caigan,
cosa que es de esperá,
y se jacen remolonas,
mandaré un mensaje a Paco
y que venga el en persona.
A mi se me jace, querida junco, que nosotros no tenemos mando pa caé las acitunas, y vamos a tené que seguí doblando el espinazo. Besos.
es, que si queremos cojer,
para al paladar llevar,
y acetunas saborear
nos tenemos que encaramá,
a veces a una pared
y con un palo atizá;
claro y esto será,
sin cojer mucha carrera,
porque sino, pue pasá
que al coger fuerza pa dar
se te vaya el cuerpo a tierra,
y queden las acetunas
riéndose de la fiesta.
Este año, en la cosecha
una prueba he de hacer,
de guardia me vistiré,
entraré en el olivá
y firme las pienso poné.
Si no consigo que caigan,
cosa que es de esperá,
y se jacen remolonas,
mandaré un mensaje a Paco
y que venga el en persona.
A mi se me jace, querida junco, que nosotros no tenemos mando pa caé las acitunas, y vamos a tené que seguí doblando el espinazo. Besos.
LAS JOIAS ACITUNAS (p’a mis muchachas)
Estaba yo meditando,
viendo las hojas caer
-cuando el otoño se empeña
en no dejarnos hacer-
Y de pronto que le leí
a mi Junco ¡Bella dama!
decir que mis aceitunas
caen solas de la rama.
Que no necesito subir
pues ellas solas se bajan
¡Voto a bríos, qué atractivo!
¡Qué profunda mi mirada!
hasta ellas se derrumba
sin que yo les haga nada.
Y, de pronto, La Maribé
¡Alma mía de mi alma!
que diciéndome lo mismo
es otra que tal te baila.
Pues he de decir, por lo bajo,
que la cosa no está clara.
Sí, me subí a la tarima,
pero ellas no bajaban.
Yo, en posición de firmes,
Voz recia, malhumorada,
¡En hilera, una a una!
Y no les daba la gana.
Harto de oír en derredor
¡Esté está como una cabra!
Cogí cubo y taburete
y por buenas o por malas
me encaramé a un olivo
y me las llevé a la cama.
Después, haciéndole caso
a esa coguta encantada,
-pues el Cardenal Calambú,
te busca la ruina en nada-
sentéme en un pedrusco
a orillas de una canchada
y con una piedra muy dura
comencé la machacada.
Y miren si soy imbécil,
¡un imbécil con papadas!
que me puse to perdío
mi buen pantalón de pana.
Ahora están muy tranquilitas
reposando, con su agua,
esperando los ingredientes
mientras le canto una nana
Así, que ¡Hermosas mías!
¡Mis bellas y amadas damas!
más que envidia me tengáis
tenerme un poco de lástima
Y, no es cosa de ser mujer,
ser hombre, o mariconadas,
es que las aceitunas de ahora
son unas insubordinadas
PC
Estaba yo meditando,
viendo las hojas caer
-cuando el otoño se empeña
en no dejarnos hacer-
Y de pronto que le leí
a mi Junco ¡Bella dama!
decir que mis aceitunas
caen solas de la rama.
Que no necesito subir
pues ellas solas se bajan
¡Voto a bríos, qué atractivo!
¡Qué profunda mi mirada!
hasta ellas se derrumba
sin que yo les haga nada.
Y, de pronto, La Maribé
¡Alma mía de mi alma!
que diciéndome lo mismo
es otra que tal te baila.
Pues he de decir, por lo bajo,
que la cosa no está clara.
Sí, me subí a la tarima,
pero ellas no bajaban.
Yo, en posición de firmes,
Voz recia, malhumorada,
¡En hilera, una a una!
Y no les daba la gana.
Harto de oír en derredor
¡Esté está como una cabra!
Cogí cubo y taburete
y por buenas o por malas
me encaramé a un olivo
y me las llevé a la cama.
Después, haciéndole caso
a esa coguta encantada,
-pues el Cardenal Calambú,
te busca la ruina en nada-
sentéme en un pedrusco
a orillas de una canchada
y con una piedra muy dura
comencé la machacada.
Y miren si soy imbécil,
¡un imbécil con papadas!
que me puse to perdío
mi buen pantalón de pana.
Ahora están muy tranquilitas
reposando, con su agua,
esperando los ingredientes
mientras le canto una nana
Así, que ¡Hermosas mías!
¡Mis bellas y amadas damas!
más que envidia me tengáis
tenerme un poco de lástima
Y, no es cosa de ser mujer,
ser hombre, o mariconadas,
es que las aceitunas de ahora
son unas insubordinadas
PC
PC prenda, que fatiga me está dando ver el trajín que te traes con las joias acitunas, te están haciendo sudá la gota gorda, y perdoname por no haberte avisao de que al macharlas con el gorrón entre el cancho se iban a cabrear y te iban a escupi, lástima de pantalón de pana! pero ya veras como al final te salen ricas, eso sí, ten cuidao al comerlas, no vayan a seguí cabreas por el maltrato y te ajuegues con los cachinos de cuescos, de toas formas, la receta de CALAMBU era la auténica. Un beso guapo