Chacha pui no piensas dirigirme la palabra? ¿tan escocia estás? Tengo una mijina de miedo de dirigirme a tí, porque sobre tó coguta, me lo ha pintao mu negro, hablaba hasta de que me podias arrancá los pelos y los podíamos vé por aquí por el cacharro este, pos no digo ná. Tú no tengas pena, que cuando nos juntemos otra vez, vamos a onde haga falta, con cincuenta euros en un bolsillo y veinte en el otro.