CHENGUE Ahí tienes el par de batiores que te mandé
Como dirían nuestro hermanos los portugueses: ¿E por qué á nossas mulheres nâo saben façer aos doces? Ellas, en español, dirían: ¿Y por qué los hombres no aprenden también?. Con estos batiores la masa se amansa, se vuelve cariñosa, suave, y con las turmis eléctricas, se vuelven rebeldes y ariscas, por eso no saben igual, ¿a que no, amigo T....? Bueno, no me acordaba: ¿sabes que de vez en cuando se escupían las manos para que el palo rodara mejor sobre estas?
Se lo escupían y también creo que se las untaban con un poco de yema del huevo. Fuese como fuere, aquello estaba muy rico y los dulces que salían más aún
Baleares saludos de Marcial. y mios