Esta mañana estando, mi hija y yo, en el mercadillo de Cáceres, de pronto, noto que alguien me llama la atención por detrás, ¡Qué sorpresa y qué alegría! Era mi querida ENCINA que, con su hermana, estaban visitando el mercadillo, (algo habrá caido). Me ha encantado verlas por aquí y darles un par de besos -o dos-. Bueno me encanta verlas siempre, pero al ser en un sitio inesperado, la alegría es mayor. Querida mía un abrazo y otro para V. que me ha contado que nos lee.