Es frecuente toparse con estos montículos de piedras, que no son otra cosa que HORNILLAS. Desde esta y en el vértce superior izquierdo se ve "el refugio" del que hablamos. Lo curioso - no tan curioso por las leyes físicas que todos conocemos- estaban hechas en lo alto, por si escapaba el fuego, no se propagara con intensidad. Hay que copiar de esta gente, nuestros labradores de antaño, cuando salimos al campo. SALUDOS.