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MEMBRIO: Chengue, gracias por tu felicitación, que hago extensiva...

EL DÍA DEL MAESTRO
Decía Aranguren, que el verdadero maestro, no es el que se limita a transmitir una enseñanza, sino el que, a través de ella, imparte una forma de vida. Pues, por esa forma de vida que imparten esos sacrificados maestros y maestras de nuestro foro, mi más sincera felicitación en su día. Les deseo de corazón que, el derecho a la libertad de cátedra, les lleven por buen camino. Y, por supuesto, que tengan paciencia ante esas cosas, en forma de normas, que les envían, de vez en cuando, los intelectuales dedocráticos del pesebre. Es el peaje que hay que pagar a quien se pasa la vida intelectualizando sobre cómo colocar un cartel. Como dijera el gran Cervantes: “Dejad el cuidado al tiempo, que es gran MAESTRO de dar y hallar remedio a los casos más desesperados”. Estos excepcionales maestros y maestras de nuestro foro, representan, como nadie, a esos miles que comparten frío, calor, lápiz, tinta, pizarra, sudor y lágrimas, con esos miles de enanos que ululan compulsivamente por entre otros tantos patios de arenilla, de esta vieja y prosaica España. ¡Jueces, Políticos, profesores de nada! Dejad, como ellos, que los niños ululen en libertad. Un abrazo para todos. PC

Gracias a todos los que nos trasmitísteis vuestros deseos de felicidad. Haremos lo que podamos.
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Yo también paso al ataque y hago extensiva la felicitación a todos y a todas los/as maestros y maestras por su labor, muchas veces, ingratamente, reconocida y, como es habitual en mí, critico a las instituciones por haberles desprotegidos del estatus que se merecen dentro del marco educativo.

Un saludo

P. D: Tu amigo Simeón ha recibido en las mejores condiciones tu mensaje.

Chengue, gracias por tu felicitación, que hago extensiva a todos los que os habéis acordado de nosotros en el día de nuestro Patrón, los que tan mala fama tenemos, aunque aquí en el FORO sólo notamos CARIÑO.
He leido todos los mensajes; a mí me tocó trabajar, porque en mi centro, al tener PRIMARIA y SECUNDARIA, unas veces celebramos en una fecha y otras en otra.
Es verdad que trabajamos más que nunca, que el fruto no es proporcional al esfuerzo nuestro, pero seguimos teniendo grandes alegrías; si tienes vocación, el trabajo es precioso.
Para mí, lo más hermoso es cuando, por ejemplo, llegas a una cafetería, o entras en un comercio y oyes una voz que dice con alegría: ¡Dña. Sagrario....! (aunque a mí siempre me llamaron mis alumnos con respeto y cariño:"Profe..."
Pero ya, sin esperar tanto, me alegro muchísimo cuando un alumno nuevo, con carita triste, abrumado por sus problemas familiares, consigo que se sienta feliz en el colegio, (aula y patio), y además a la hora de salida, vaya "agotao" de tanto que trabajó... No os digo cuando sus padres colaboran conmigo en la labor de tutoría... Y si al final me dan las gracias... no porque me lo agradezcan, sino porque todo ha mejorado...
Sí, es muy bonita nuestra profesión.