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MEMBRIO: Aqui -con tu magnífico relato "CORAL"- nos vemos representado...

la callejina angosta ¡que recuerdos!, formaba parte de nuestra vida social, a ella ibamo con nuestras amigas y vecinas a depositar nuestros "residuos organicos sólidos" (porque los líquidos ya teníamos la "vica" en casa), momento que aprovechabamos para contarnos nuestras intimidades, durante el trayecto la abuela de mi amiga y vecina, nos cantaba romances antiguos, que hasta nos hacian llorar, a ella ibamos a ver salir las culebras de sus agujeros, o las camisas que iban dejando en las paredes, y por allí efectivamente es por donde ibamos a la ribera a lavar la ropa, en verano ibamos toda la familia y pasabamos el día en la ribera, las madres hacian el"aguillo" y el pan con aceitunas o queso y una buena sandia, que felicidad.
Tambien formaba parte de este paisaje y de nuestras vidas, el huerto del "olivo" del tipo gilete, que en primavera era un manto de color amarillo y rojo, se llenaba de corales y amapolas. Recuerdo esas tardes de primaveria, cogiendo corales para hacernos collares pulseras y anillos, ¿y los carnizuelos?, estaba plagadado de carnizuelos, nos poniamos morados.
A los mas jovenes decirles, que en las casas no habia baño, ni duchas ni bañeras, nos bañaban en un baño de cinz, con agua caliente para que salieran bien las " cacarrias", que teníamos la piel renegría de andar por esos huertos. Esos años siempre ocuparan un sitio en la estanteria de mis recuerdos.
Besos para todos

Aqui -con tu magnífico relato "CORAL"- nos vemos representado gran parte de nosotros: que con agua caliente salía las "cascarrias" está bien; pero las del pelo habia que darle tocino durante unas horas para reblandecerla... y si encima tenias sabañones, el dolor aumentaba. Más bonito resultaba los collares y pulseras, que pareciais auténticas hawainas. Nosotros los muchachos quizás visitábamos más estos lugares porque íbamos a "quitar" naranjas principalmente. La huerta de la "Terrona" era el lugar más idóneo y frecuentado, como para las brevas la huerta de la "Minina". Ahora sería más complicado saborear sus exquisitas brevas porque al lado desemboca una cloaca de agua residuales... también es verdad que los árboles están todos perdidos o sino caducos ¡Ah! por la noche ibamos a cazar pájaros en los mismos naranjos y después lo vendíamos -mal vendíamos- al bar de la Parada cuando estaba instalado en la misma casa; siendo la Tasca del tío Tomás Gabino la más cercana... la anterior parada de autobuses.
Qué turismo más estremecedor de ir a ver las culebras y sus "camisas" olvidadas. Después pasaba todo con el "aguaillo", que no se sabía que si era comer... o beber. "CORAL": ¡descúbrenos! más estanterias de tus recuerdos. No sabes hasta que punto nos rejuvenece tus narraciones. SALUDOS.