Gracias PC. El soneto de Lope de Vega que dedicaste ayer a JUNCO, es para mí uno de los más bellos que se hayan podido escribir. Desde niño me impactó y siempre que lo recito para mis adentro, consigo emocionarme por la hondura sentimental que encierra.
Es la auténtica confesión de un alma pecadora acongojada, llena de remordimientos y agravios, que se sabe llamada una y otra vez para su redención pero que resulta insensible e indiferente a esa llamada.
El poema termina con un bellísimo entrecruzamiento expresivo (quiasmo) que le da mayor énfasis a esa indiferencia y a la dureza de un corazón insensible.
¡Muy bonita tu aportación, PC!, y de Lope de Vega ¡qué decir!
SALUDOS
Es la auténtica confesión de un alma pecadora acongojada, llena de remordimientos y agravios, que se sabe llamada una y otra vez para su redención pero que resulta insensible e indiferente a esa llamada.
El poema termina con un bellísimo entrecruzamiento expresivo (quiasmo) que le da mayor énfasis a esa indiferencia y a la dureza de un corazón insensible.
¡Muy bonita tu aportación, PC!, y de Lope de Vega ¡qué decir!
SALUDOS
Amigo Baleares: era para todos, lógicamente. Tú aportación a la literatura, en el comentario que haces, es realmente importante. Se nota tu nota. Conociendo al personaje, no es de extrañar su predisposición a armarla y después pedir perdón. El propio soneto (de estructura técnica inmaculada) lo delata- como bien has dicho tú. El primer amor que tuvo- mujer separada, y de quien conseguía favores escribiendo para el negocio del padre- se casó con otro "por interés". Le dedicó los siguiente:
Una dama se vende a quien la quiera
en almoneda está. ¿Quieren comprarla?
Su padre es quien la vende, que, aunque calla,
su madre la sirvió de pregonera...
Un abrazo. PC
Una dama se vende a quien la quiera
en almoneda está. ¿Quieren comprarla?
Su padre es quien la vende, que, aunque calla,
su madre la sirvió de pregonera...
Un abrazo. PC