MEMBRIO: Muy bonito, PC y también maravilloso el quiasmo con...

Gracias PC. El soneto de Lope de Vega que dedicaste ayer a JUNCO, es para mí uno de los más bellos que se hayan podido escribir. Desde niño me impactó y siempre que lo recito para mis adentro, consigo emocionarme por la hondura sentimental que encierra.
Es la auténtica confesión de un alma pecadora acongojada, llena de remordimientos y agravios, que se sabe llamada una y otra vez para su redención pero que resulta insensible e indiferente a esa llamada.
El poema termina con un bellísimo entrecruzamiento expresivo (quiasmo) que le da mayor énfasis a esa indiferencia y a la dureza de un corazón insensible.
¡Muy bonita tu aportación, PC!, y de Lope de Vega ¡qué decir!

SALUDOS

SEGÚN EL LENGUAJE FIGURADO, NADA ES LO QUE PARECE.

Hoy, fui a pasear por la ribera. La niebla venció al sol y me acompañó, altanera. Ayer, hizo un frío que esos que decimos “que pela”. Quise recordar, en mi paseo peripatético, todos lo momentos habidos; reunirlos en el lapso más breve de tiempo y quedarme soñando eternamente. Quise encontrar aquella sonrisa en las rodillas de mi abuela. Pero, al hacer acopio selectivo de la gloria, sólo me quedé con la fantasía, la imaginación. He perdido la memoria.
El agua gélida, ya de puro carámbano, me mira desde su rivera. Observo, en la sombra, un azul infinito que sale del cristal, durmiendo en él. Ese azul bordado de bucles áureos, que me mira con asombro y con asombro lo hallo, alza hacia mí sus manos; manos suaves que se pasean dulcemente por mi faz de pasmo. Cuando quiero tocar sus labios, pasear mis yemas por entre las brumas de vaho, la dureza del hielo me deja helado. No puedo introducir mis manos al encuentro de la esencia fiel de infieles trazos. Sólo la mirada penetra hasta lo más profundo de aquella figura, que yace quieta en mis sueños de enamorado. Azules, verdes, ocres mimetizados; agua, hielo, sombras, labios.
Me voy por entre la escarcha, caminando, hacia el calor del brasero, prosaico. Y allí, a la luz del vino y el calor humano, me templaré, y hablaré sobre el tiempo con algún despistado.
No obstante, amigos, como dice el amigo Baleares, terminaré con un expresivo quiasmo. Hoy, comeré con Carolina y Alejandro ¡Yo pago! Saludos. PC

Muy bonito, PC y también maravilloso el quiasmo con que terminas: invitan ellos y siempre pagas tú.

Que al menos los tres disfrutéis de la comida.

UN ABRAZO