EL ARADO DE VERTEDERA
No se trata de un ERE, una prejubilación, una jubilación anticipada, un retiro, o que haya colgado las botas, o los cacharros; simplemente, se ha jubilado con el dueño (a los 65 años) y, merecidamente, se ha erigido en un lugar preeminente, rodeado de una exuberante vegetación, para contemplar impávido aquella tierra que tantas veces removió, y que le recuerda con este sonsonete: ¡so joío, so joío...!, que bien te traté que, ni a tu reja ni a tu vertedera, denosté; sin embargo, contigo, que poco descansé; ¡cuánto me hincaste y cuánto me volteaste!, y, ¡para colmo!,...... te sostengo como a un olmo.- ¡Tiene gracia!.
Saludos.
No se trata de un ERE, una prejubilación, una jubilación anticipada, un retiro, o que haya colgado las botas, o los cacharros; simplemente, se ha jubilado con el dueño (a los 65 años) y, merecidamente, se ha erigido en un lugar preeminente, rodeado de una exuberante vegetación, para contemplar impávido aquella tierra que tantas veces removió, y que le recuerda con este sonsonete: ¡so joío, so joío...!, que bien te traté que, ni a tu reja ni a tu vertedera, denosté; sin embargo, contigo, que poco descansé; ¡cuánto me hincaste y cuánto me volteaste!, y, ¡para colmo!,...... te sostengo como a un olmo.- ¡Tiene gracia!.
Saludos.