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AMIGOS DE PATRIMONIO. Tienes que tener un archivo muy completo del pueblo y alrededores desde que lo fundaron. Jamás había oído decir que el pozo Salorino fue la salida de una mina hasta el año 1.854 y diez años después empezó a ser pozo, creo que esto no lo sabe mucha gente. Siempre andando tan tranquilos por el pueblo y alrededores, convencidos de pisar tierra firme y resulta que debajo estará lleno de galerías. Muchas veces es mejor vivir en la ignorancia.
Archivo y baúl de los recuerdos, parece que está uno chapado a la antigua, me dan ganas de apartarlos y hablar de actualidad, pero de que actualidad si no estamos ahí en Membrío. Esto será misión de los que estáis en el pueblo que nos tenéis poco informados. Contadnos algo más aunque sea del tiempo que hace y si está el campo florecido, en el pueblo se adelanta mucho la primavera.
Veo que se ha hablado de la tía Panta y del Gorronito, de este último está todo dicho.
De la tía PANTA me acuerdo como si la estuviera viendo en un video. P C también sabe de ella. Con todo mi respeto a su persona, cuando estaba en este mundo y a su memoria vivió abandonada de la mano de DIOS. Fue una pena que no hubiera Servicios Sociales para que se hubieran hecho cargo de ella. Su aspecto espantaba, digo yo que de ahí le vendría su nombre Panta. Yo la conocí más bien viviendo en la cuadra que está al final de la Calle Barrio Nuevo llegando al pozo. Muchas veces pasando junto a este lugar, la vi a ella y al burro que tenía, los dos asomados por el postigo de la puerta viendo pasar la gente. Siempre le decía HOLA o algo, aquí o en cualquier lugar, y creo que no me contestó nunca. Hablaba muy poco, pero si la oí muchas veces hablar sola como refunfuñando. Cuando había llovido y venía del campo con una carga de leña en su burrito, por el camino de Salorino, mientras los demás procurábamos pisar en las piedras que había para no meternos en el barro y el agua, ella iba por el camino más recto, le daba igual mojado que seco. Y algunas veces venía con pequeñas heridas en las manos y brazos que se haría partiendo la leña ¡Madre mía! De aseo, vestuario y atención sanitaria poco o nada ¿Cómo iba a estar? No se comía a nadie ni era agresiva, no es que la tuvieran miedo es que su presencia con el aspecto que tenía desconcertaba a cualquiera.
Archivo y baúl de los recuerdos, parece que está uno chapado a la antigua, me dan ganas de apartarlos y hablar de actualidad, pero de que actualidad si no estamos ahí en Membrío. Esto será misión de los que estáis en el pueblo que nos tenéis poco informados. Contadnos algo más aunque sea del tiempo que hace y si está el campo florecido, en el pueblo se adelanta mucho la primavera.
Veo que se ha hablado de la tía Panta y del Gorronito, de este último está todo dicho.
De la tía PANTA me acuerdo como si la estuviera viendo en un video. P C también sabe de ella. Con todo mi respeto a su persona, cuando estaba en este mundo y a su memoria vivió abandonada de la mano de DIOS. Fue una pena que no hubiera Servicios Sociales para que se hubieran hecho cargo de ella. Su aspecto espantaba, digo yo que de ahí le vendría su nombre Panta. Yo la conocí más bien viviendo en la cuadra que está al final de la Calle Barrio Nuevo llegando al pozo. Muchas veces pasando junto a este lugar, la vi a ella y al burro que tenía, los dos asomados por el postigo de la puerta viendo pasar la gente. Siempre le decía HOLA o algo, aquí o en cualquier lugar, y creo que no me contestó nunca. Hablaba muy poco, pero si la oí muchas veces hablar sola como refunfuñando. Cuando había llovido y venía del campo con una carga de leña en su burrito, por el camino de Salorino, mientras los demás procurábamos pisar en las piedras que había para no meternos en el barro y el agua, ella iba por el camino más recto, le daba igual mojado que seco. Y algunas veces venía con pequeñas heridas en las manos y brazos que se haría partiendo la leña ¡Madre mía! De aseo, vestuario y atención sanitaria poco o nada ¿Cómo iba a estar? No se comía a nadie ni era agresiva, no es que la tuvieran miedo es que su presencia con el aspecto que tenía desconcertaba a cualquiera.
