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Yo no se si me estoy volviendo ciego (por que no veo), sordo (por que no esucho) o idiota (Por que no comprendo lo que dicen), pero este foro ha abierto mis ojos, oidos y entendimiento. Hace unas semanas me dijeron: " Metete en un sitio web: El Foro de Membrío, verás como ponen al Alcalde" y yo movido por mi curiosidad lo hice. Acabé leyendo varios textos en los que arremetían de frente contra nuestro Carácter de Membrilleros. ¿Pero que se creen que somos? ¿Un atajo de bestias sin conoimiento? ¿Un rebaño de cazurros que se dejan manejar por cualquier inepto? Ni a mi ni a nadie de los que conozco jamás nos han forzado a votar a nadie, y que no lo intenten, yo voto a quien me sale de las entrañas. Y luego esas fabulas propias de una mente enferma y que me resultan francamente ofensivas pues Nos trata de gilipollas. LLevo ya muchos años viviendo en mi pueblo y aquí pocas veces he escuchado hablar mal del Alcalde, lo de algunos es ciertamente enfermizo. Bueno, miento, algún domingo que otro se deja caer por nuestro pueblo varios "Chengues" pero que emulando a los señoritos de antaño vienen, se manchan sus limpios zapatos con nuestra "Mierda" y se van y así entre Valdepeñas y Valdepeñas luego dicen lo que dicen, queriendo traernos Verdad, Sabiduría y Libertad a nosotros, pobres incultos, para ellos todo lo nuestro es malo, deliran, pero si pudieran imaginar lo que nosotros pensamos de ellos...
Leyéndote, correcaminos, me vino a la memoria Tommy; le dijeron al hombre, que no había visto nada, no había oído nada y, lo más importante, no debería hablar nada. O sea, que tenía que ser idiota. Como él no estaba de acuerdo con aquella imposición, cogió la guitarra, se fue con The Who, y, en vez de suicidarse, escribió una excepcional ópera rock. Claro que, él, tuvo suerte; se dejó acompañar por Pete Townshend, Roger Daltrey, Keith Moon, Tina Turner (La Reina Ácida), Elton John y Eric Clapton (El Predicador), entre otros. La ventaja de Tommy, es que le impusieron la trilogía del silencio (y no te voy a explicar el porqué) y lo rompió son su obra excepcional; básicamente, porque tenía claro que no cumplía con los parámetros indicados. La diferencia -básica, creo- es que tú- en tu autocrítica- aun no tienes claro si eres ciego, sordo o idiota (o las tres cosas a la vez) Por lo tanto tienes un problema existencial, que deberías resolver. Una vez tengas clara la enfermedad, podrás aplicar el tratamiento adecuado. Porque, por ejemplo, idiotas somos muchos. Pero, en mi caso, lo sé y, por tanto, procuro no ejercer. El problema es que, cuando no lo sabes, lo ejerces indefinidamente (sin darte cuenta, claro) Y entonces, llegamos a la conclusión de que hay un axioma más infinito que la imbecilidad: la imbecilidad anónima. PC