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MEMBRIO: ¿Cómo sabías que trabajo en el Corte? ¿Qué datos tienes?...

A todos los membrilleros:
Os recuerdo que el 14 de febrero cae este año en el mismo y preciso día 14 de febrero. Y que el alma femenina necesita de vez en cuando recibir un detalle cariñoso de nuestra parte, que somos muy dados a dar muchas cosas por supuestas y a olvidarnos de prestar la atención debida a quien una y otra vez nos la reclama.
Así que a ver si este año no nos hacemos los remolones y las hacemos sentirse importantes, queridas, admiradas, por quien puso en sus manos ese detalle inesperado.
Si conseguimos que al menos alguno de los amores que tenían esta práctica olvidada vuelva a vivir ilusiones perdidas, nos daremos por satisfechos.
Lo escribo hoy para dar tiempo a los que no habían caído en la cuenta. Y que no se pueda decir que un membrillero dejó a su membrillera de la misma forma que se refleja en el cuadro presente.
Ánimo y que disfrutéis de un amor eterno.

¿Que tienes una tienda de regalos? o acaso ¿trabajas en el Corte Inglés?, ¡no te enfades hombre que solo es una broma.

¿Cómo sabías que trabajo en el Corte? ¿Qué datos tienes? Quizás lo profesional haya influido, pero en un tanto por ciento pequeñito.
Aunque las multinacionales se aprovechan de ello, unas flores valen menos que una ronda entre amigos y yo tenía que intentarlo; y no me llevo comisión por ello.
Una vez pasado este día, va mi despedida con este tema.
Y como paréntesis, que tengáis un buen regreso a todos los que habéis viajado y que siga la fiesta del carnaval para los demás.

Si después de una rosa regalada,
Te entristece la marchita flor,
No fijes en ella tu mirada
Sino en quien la regaló por amor.

Si después de una rosa regalada,
Apenas disfrutas de su flor,
No olvides que por el viento viaja,
Y para siempre, su eterno olor.

Si leen una poesía renombrada,
Remedo de una bella flor,
No te embelesen sus palabras,
Sino que es dicho con el corazón.

Si de verdad estás enamorada,
Y no llega, no llega esa flor:
“Dichoso quien no recibe nada,
Habiendo dado todo por amor”.

Y si aun así el presente reclamas,
Llorando por tu anhelada flor,
A ti mi poesía va dedicada,
De este lobo, tu humilde trovador.