Yo no vi esta
foto hasta ahora y no me ha pasado desapercibida.
Los de mi edad, de niños en el
pueblo, nos lavábamos cara y manos en las palanganas. No era nada deshonroso..
El
agua sucia se tiraba luego al regato que iba por el centro de la
calle. ¡No había otra solución! ¡Y qué sanotes éramos! Yo jamás fui a un pediatra:; recuerdo una vez inyecciones por un catarrazo o anginas y otra a " quemar" una verruga. ¡Ugual que nuestros hijos y nietos, oiga!