Hola AMAPOLA.
Decías que en la foto de tu comunión, una niña que está detrás, a la derecha, pariente del “AMOR” de Molino (M. L.), y para más seña, hija de la “Puenta Carnicera”, ¡yo la conozco!, y se llama CANDELA. A su padre le llamaban “El Pelucho”, y a su madre le llaman “La Cele Puenta”. ¡Menuda camada salió!.
Hela aquí, entre dos de sus hermanos, “La María Puenta” y “El Perico Pelucho”, falta su otra hermanita, que por entonces no había nacido: “La Hili”, que es más “Pelucha” que “Puenta”.
Se unieron a los “Panos”, a los “Balondos” y a los “Baleares”, todos buenos muchachitos del pueblo, y el Perico se unió a una forastera, también una buena muchachita de afuera.
Amapola, le he enseñado tus fotos a Candela y ella de ti también se acuerda. Me dice que cantabas muy bien y que eras más “negrina” que ella. Teníais todas un moreno muy natural, de ese color “renegrío” que se pega al andar todo el día por esos huertos y por esas callejas.
Para que te ayude a reavivar la memoria y no vuelvas a sorprender y deleitar con otra remembranza poética.
UN ABRAZO, Poetisa
Decías que en la foto de tu comunión, una niña que está detrás, a la derecha, pariente del “AMOR” de Molino (M. L.), y para más seña, hija de la “Puenta Carnicera”, ¡yo la conozco!, y se llama CANDELA. A su padre le llamaban “El Pelucho”, y a su madre le llaman “La Cele Puenta”. ¡Menuda camada salió!.
Hela aquí, entre dos de sus hermanos, “La María Puenta” y “El Perico Pelucho”, falta su otra hermanita, que por entonces no había nacido: “La Hili”, que es más “Pelucha” que “Puenta”.
Se unieron a los “Panos”, a los “Balondos” y a los “Baleares”, todos buenos muchachitos del pueblo, y el Perico se unió a una forastera, también una buena muchachita de afuera.
Amapola, le he enseñado tus fotos a Candela y ella de ti también se acuerda. Me dice que cantabas muy bien y que eras más “negrina” que ella. Teníais todas un moreno muy natural, de ese color “renegrío” que se pega al andar todo el día por esos huertos y por esas callejas.
Para que te ayude a reavivar la memoria y no vuelvas a sorprender y deleitar con otra remembranza poética.
UN ABRAZO, Poetisa
