Los braseros de picón sienten cercana su decadencia, presencian ahitos el devenir de los tiempos. Conviértense en trastos viejos obligados a representar en la "comedia de la vida" el papel del inservible, del molesto y ruidoso trasto por el que antaño, y sobre todo en matanzas, todos tirábamos del asa más cercana para acercar su calor al sitio donde nos encontrábamos, y si no, siempre escuchabámos "Mueve el brasero".
Pues eso, Piconeras, Piconeras, cambiad ya de profesión, o ¡Enciende bien la candela!
Pues eso, Piconeras, Piconeras, cambiad ya de profesión, o ¡Enciende bien la candela!