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MEMBRIO: Visperas tienes razón en lo de los braseros que poco...

Los braseros de picón sienten cercana su decadencia, presencian ahitos el devenir de los tiempos. Conviértense en trastos viejos obligados a representar en la "comedia de la vida" el papel del inservible, del molesto y ruidoso trasto por el que antaño, y sobre todo en matanzas, todos tirábamos del asa más cercana para acercar su calor al sitio donde nos encontrábamos, y si no, siempre escuchabámos "Mueve el brasero".
Pues eso, Piconeras, Piconeras, cambiad ya de profesión, o ¡Enciende bien la candela!

Visperas tienes razón en lo de los braseros que poco a poco se están quedando obsoletos en el rincón de la cuadra, pero sin embargo los que hemos vivido con ellos, nunca olvidaremos, esos inviernos duros de antes, donde los "carambanos" tenían dos dedos de grosor y el frío te cortaba la piel, y llegabas a casa y te sentabas en la camilla,! que calorcito ¡. Yo recuerdo que siempre cuando llegaba a casa lo primero que hacía era quitarme los zapatos y poner los pies en la "alambrera", parecía que te daba la vida, venías "arreciita" de frío y ¡ese calorcito!, claro luego tenia unos "sabañones" que no podía resistir los picores que tenía en los pies. Y así pasabamos los inviernos, alrededor de la mesa camilla con el brasero de protagonista. Allí jubamos al parchís, a las cartas, haciamos los deberes, oíamos "España para los Españoles" y recuerdo que mi padre nos leía novelas hasta que nos caíamos de sueño, luego mi madre nos calentaba la cama con el brasero, porque no había quien durmiera de frías que estaban las sábanas y a dormir.! y que felicidad ¡. No había tele todos estabamos en casa y en la misma mesa porque sólo teniamos ese punto de calor. Ahora andamos desperdigados por la casa ¡como tenemos calefacción!, pero yo también estoy con el progreso y dónde va a parar lo calentitos que estamos ahora.
Este ha sido mi pequeño homenaje al brasero.
Un beso para todos