RECUERDOS DE VIERNES SANTO
Es un día de guarda.
Recuerdo que cuando era niño vivía en la esquina de la casa, una viejecita siempre rodeada de gatos y por las tardes nos invitaba a tomar leche y comer galletas, y de paso nos leía versículos de la Biblia.
Recuerdo un Jueves Santo en su casa y dijo que ese día se conmemoraba la Última Cena de Jesús, y al día siguiente se evocaba la muerte de Nuestro Señor, y nos invitó a que acudiéramos a su casa ese viernes y dijo:
“Los espero aquí a las dos y media de la tarde, para que vean como a las tres (de la tarde) se va a oscurecer”.
Ese vaticinio me dio miedo.
Llegó ese Viernes Santo, yo no quería ir ante el augurio “de que el cielo se oscurecería”.
Y NOS DIERON LAS TRES….. y como cosa increíble ese Viernes Santo el cielo se empezó a oscurecer.
No con la oscuridad de la noche, sino con el ennegrecimiento del cielo cuando se empieza a nublar.
Amenazaba lluvia y el ambiente fue más tétrico.
“ ¡Ven como tuve razón!”,
“ ¡Es la muestra de que Jesús es el Hijo Único de Dios!”,
El cielo entristece reviviendo la muerte de Nuestro Señor Jesucristo.
Han pasado muchos años y me consta que la gran mayoría de estas fechas el cielo se nubla a las tres de la tarde, debo admitir que algunas ocasiones no ha sido esto posible, y el sol ha brillado.
Pero cuando el cielo se nubla en Viernes Santo, rememoro mas mi infancia, mis miedos, y viene a mi memoria que Jesucristo fue crucificado para el perdón de nuestros pecados.
Hoy no sé si vaya a nublarse el cielo a las tres de la tarde, o si vaya a salir el sol
Tal vez llueva, tal vez no.
Cada Viernes Santo me ayuda a estrechar los lazos de amor con mi familia, con los míos, con los que quiero y con Uds. Membrilleros.
Celébrenlo acordándose del hombre que vino al mundo a darnos la enseñanza para vivir espléndidamente nuestras vidas.
Y quien no lo entienda así, allá él y su conciencia.
FELICES PASCUAS!
BUEN DIA MEMBRIO, MEMBRILLEROS
Es un día de guarda.
Recuerdo que cuando era niño vivía en la esquina de la casa, una viejecita siempre rodeada de gatos y por las tardes nos invitaba a tomar leche y comer galletas, y de paso nos leía versículos de la Biblia.
Recuerdo un Jueves Santo en su casa y dijo que ese día se conmemoraba la Última Cena de Jesús, y al día siguiente se evocaba la muerte de Nuestro Señor, y nos invitó a que acudiéramos a su casa ese viernes y dijo:
“Los espero aquí a las dos y media de la tarde, para que vean como a las tres (de la tarde) se va a oscurecer”.
Ese vaticinio me dio miedo.
Llegó ese Viernes Santo, yo no quería ir ante el augurio “de que el cielo se oscurecería”.
Y NOS DIERON LAS TRES….. y como cosa increíble ese Viernes Santo el cielo se empezó a oscurecer.
No con la oscuridad de la noche, sino con el ennegrecimiento del cielo cuando se empieza a nublar.
Amenazaba lluvia y el ambiente fue más tétrico.
“ ¡Ven como tuve razón!”,
“ ¡Es la muestra de que Jesús es el Hijo Único de Dios!”,
El cielo entristece reviviendo la muerte de Nuestro Señor Jesucristo.
Han pasado muchos años y me consta que la gran mayoría de estas fechas el cielo se nubla a las tres de la tarde, debo admitir que algunas ocasiones no ha sido esto posible, y el sol ha brillado.
Pero cuando el cielo se nubla en Viernes Santo, rememoro mas mi infancia, mis miedos, y viene a mi memoria que Jesucristo fue crucificado para el perdón de nuestros pecados.
Hoy no sé si vaya a nublarse el cielo a las tres de la tarde, o si vaya a salir el sol
Tal vez llueva, tal vez no.
Cada Viernes Santo me ayuda a estrechar los lazos de amor con mi familia, con los míos, con los que quiero y con Uds. Membrilleros.
Celébrenlo acordándose del hombre que vino al mundo a darnos la enseñanza para vivir espléndidamente nuestras vidas.
Y quien no lo entienda así, allá él y su conciencia.
FELICES PASCUAS!
BUEN DIA MEMBRIO, MEMBRILLEROS