Amadísima y reverendísima Srª, Amapola de la Bella Vista. En grado perentorio, te diriges a mi amadísima Carnizuelo, con el ruego de que me cante las cuarenta (40). “El Gallardo”, se guarda cartas en la manga- como buen tahúr- Pero, ya se ocupa “MI” Carni, de cantármelas sin necesidad de anuncio. Mí no menos amada, Coralina de las altas torres- “Reina del Ebro”- como sabe que me pongo “pachocho”, me llama “prenda” y “chacho”. Ya estoy chocheando…que es gerundio. Mi ENCINA azul, estaba con su Santo en Santiago. Gloria a ambos. Os diré. Pero, por favor, no se lo digáis a nadie.
Como quiera que, desde siempre entendiera, pertenezco a una especie cuyo rasgo distintivo es la imperfección y, en mi particular caso, haciendo autocrítica, creo que me estoy desnaturalizando paulatinamente, procedí a regresar al fondo de la naturaleza, con el solo objeto de permitirme el lujo de ser yo mismo (siguiendo las enseñanzas de un tal Nietzsche). Una vez allí, deje de ser infiel a mi mismo, me dejé llevar por los designios de la madre, e hice todo aquello que pude y me dejaron. Abrí mi ventana, vi la luz y me acosté con ella (la naturaleza) No comí verde, porque las olas no me dejaron. Pero, no os quepa la menor duda, que os tuve en mi corazón. En ese balcón que da a los infinitos encinares míos. Siempre desde la más estricta y sencilla pureza. Margaritas, Amapolas, Retamas, Carnizuelos, Encinas, Cogutas, Jaras, Encinas… ¿Cómo no acordarme? Besazos con IVA. PC
Como quiera que, desde siempre entendiera, pertenezco a una especie cuyo rasgo distintivo es la imperfección y, en mi particular caso, haciendo autocrítica, creo que me estoy desnaturalizando paulatinamente, procedí a regresar al fondo de la naturaleza, con el solo objeto de permitirme el lujo de ser yo mismo (siguiendo las enseñanzas de un tal Nietzsche). Una vez allí, deje de ser infiel a mi mismo, me dejé llevar por los designios de la madre, e hice todo aquello que pude y me dejaron. Abrí mi ventana, vi la luz y me acosté con ella (la naturaleza) No comí verde, porque las olas no me dejaron. Pero, no os quepa la menor duda, que os tuve en mi corazón. En ese balcón que da a los infinitos encinares míos. Siempre desde la más estricta y sencilla pureza. Margaritas, Amapolas, Retamas, Carnizuelos, Encinas, Cogutas, Jaras, Encinas… ¿Cómo no acordarme? Besazos con IVA. PC
Ya estás en los brazos de Morfeo? Por Dios! Que nadie piense que se ha echado un novio llamado Morfeo.