Recordando a Valdío y a su hermano Manolo, me vine del Pueblo con la cantinela (“cantusela”) de “tapar los portillos de los huertos”. Otros oficios que se pierden, me dije. Las viejas paredes se resisten al paso del tiempo, pero con el tiempo terminarán cayendo, porque ya no hay quien las levante; ahora se sustituyen por postes y alambres, y todos sabemos que no es lo “mesmo”.
Las paredes forman parte del paisaje de nuestros pueblos, es una pena que se pierdan con el esfuerzo que costó acarrear y colocar la piedra; con carros, burros, mulos, yeguas y jornaleros “pareleros”.
Eran otros tiempos, sobraban brazos, manos y dedos dispuestos, a pesar de que los sueldos de entonces, no eran sueldos.
Las paredes forman parte del paisaje de nuestros pueblos, es una pena que se pierdan con el esfuerzo que costó acarrear y colocar la piedra; con carros, burros, mulos, yeguas y jornaleros “pareleros”.
Eran otros tiempos, sobraban brazos, manos y dedos dispuestos, a pesar de que los sueldos de entonces, no eran sueldos.