MEMBRIO: CHENGUE, menuda vista tiene el HALCÓN, no se le escapa...

A estos motores de gasóleo, de vez en cuando, había que echarles el agua fresquita en el radiador para que no se quemaran, ya que eran muchas horas las que trabajaban sin moverse; su fijación también era muy importante, para que no cabecearan. La armonía entre las dos máquinas debía ser tal, que el movimiento de transmisión de fuerzas fuera perfecto; ésto se traducía en que las poleas de ambas debían estar totalmente perpendiculares, y a la distancia adecuada, para que las correas se movieran en línea recta, evitando, así, que se salieran, y con la tensión suficiente, pero sin forzarlas, evitando que se combaran o que se rompieran. En distinto contexto, si lo trasladamos al argot político, también podríamos hablar de "relaciones de fuerzas" y de "la correa de transmisión de...?"

El trillo y la parva fueron desplazados por la máquina de trillar y las mieses pasaron, de ser pisoteadas por las bestias, a ser embutidas en una tolva; desde hace ya un tiempo, la venganza no se hizo esperar, y ahora, muchas desaparecieron y, las que menos, han quedado dormidas en los museos etnográficos.

Bonita foto, como todas las antiguas.

Saludos

Hola chenge. Con todo mi respeto y admiración hacia tu persona, permiteme que te corrija cuando dices: (La armonía entre las dos máquinas debía ser tal, que el movimiento de transmisión de fuerzas fuera perfecto; ésto se traducía en que las poleas de ambas debían estar TOTALMENTE PERPENDICULARES, y a la distancia adecuada, para que las correas se movieran en línea recta, evitando, así, que se salieran, y con la tensión suficiente, pero sin forzarlas, evitando que se combaran o que se rompieran).
La transmisión de movimiento por el sistema de correa (como es el caso) y cadena (caso bicicleta), solo se pede producir, cuando las poleas o sus ejes están paralelos entre sí. Teniendo en cuenta, que dos líneas o dos ejes perpendiculares entre sí forman un ángulo de 90º, dificilmente se podria ligar una correa entre ambas.
La transmisión con ejes perpendiculares se consigue con el sistema de engranajes cónicos.
Yo era un admirador de estas máquinas; no en vano mi padrino fué representante y mecánico de mantenimiento de las mismas y algo me contagió; por que estas cosas me gustan.
Perdona por la disertación y espero no haberte molestado. UN SALUDO.

Buenos días, Halcón: te agradezco que me hayas corregido y, por supuesto, no me siento molesto, sino, todo lo contrario; efectivamente, en este caso, las poleas deben estar paralelas y no perpendiculares. No sé, quizá, de manera impetuosa, me obcequé demasiado en interpretar la perspectiva fotográfica y no reflexioné lo suficiente a la hora de emplear la palabra exacta (paralela-perpendicular) que, por otra parte, y más en geometría, nos pueden llevar a conclusiones más cerca de lo esperpéntico que de la realidad, como en este caso me ha ocurrido a mí. No tengo nada que objetar porque; primero, demuestra que el mensaje lo has leído con detenimiento y, segundo, porque tu análisis es contundente y denota que eres conocedor de la materia; eso sí, yo de sistemas de engranajes cónicos rectos “ando” un poco perdido (aunque el tema de la mecánica siempre me ha gustado): grosso modo, entre otros, me suenan los que van en el diferencial de los motores de los coches y algunos relojes, sobre todo antiguos.

En fin, el tema es muy interesante, dónde los haya, y, sin algún forero puede aportar algo más sobre la materia, sería bienvenido (alguno, como A. R..., que tiene afición por viajar en los camiones de paja, sabe bastante de estas cosas). Por mi parte, y como rectificar no presupone ignorancia, pido disculpas por el lapsus y, a ti, Halcón, darte las gracias por haber sabido “engranar” con cordura el trabalenguas gramatical.

Saludos a vuestra familia.

CHENGUE, menuda vista tiene el HALCÓN, no se le escapa ninguna presa. Tiene un sentido de la perspectiva y del espacio que da gusto, sabe de paralelismo, de perpendicularidad, de verticalidad; domina las artes de la trilla hasta en la cuarta dimensión.

Estas máquinas siempre me fascinaron; me hipnotizaba el ver salir el grano limpio llenando los costales, que luego se pasaban a una báscula donde alguien anotaba las pesadas en una libreta; me encantaba el ver escupir la paja por el cañón, haciendo un inmenso montón que luego se iba rebajando a medida que se llenaban las carretas, recargando las redes como un prieto corsé.

El funcionamiento de esta máquina, para que sepamos de lo que estamos hablando, era como mondar las pipas, que nos vendía del tío Murillo (q. e. p. d.), y escupir las cáscaras; así me lo explicaron a mí y así lo entendí yo. Eran mis primeras clases prácticas de mecánica, y lo aprendí con ese ejemplo tan ilustrativo, mi boca y mis dientes eran como la tolva y el enrejao y peines de la trilladora. El pensar que he sido testigo de la evolución de la maquinaria agrícola, aunque sea de forma indirecta e incipiente, ha sido todo un honor para mí, y me agrada ver fotos como éstas, que reflejan el recuerdo de esa historia vivida y por ello proclamo desde aquí que no se pierdan estas referencias.

Con el permiso del amigo HALCÓN, me gustaría meterme en un pequeño berenjenal o enredo.

Si os fijáis en la fotografía, las dos máquinas están colocadas en paralelo y en la misma posición. La correa sale perpendicular a ambas y se aprecia, al igual que así lo recuerdo, que la cinta estaba alabeaba de tal forma que el sentido de rotación de la polea de la máquina era contrario al de la polea del motor. Ciertamente si ambas máquinas se ponen también en paralelo, pero en oposición opuesta, para conseguir los mismos sentidos de rotación de ambas poleas, la cinta no tendría por qué estar alabeada. El hecho de que se colocasen así, y la cinta quedase alabeada, obedece a que de esta forma se estabilizaban mejor las máquinas y las fuerzas de inercia de esos movimientos de rotación y de traslación de la cinta, se contrarrestaban en gran medida y favorecía a que la correa no se saliese. Pero, sobre todo, es que si la cinta estaba alabeada, dicha cinta trabajaba por ambas caras en igual medida, de tal forma que su vida útil era mucho más larga, puesto que las tensiones que se ejercían sobre ella, como material elástico, principalmente en el momento del giro sobre las poleas, quedaban repartidas por toda ella al torsionarse por cada vuelta en planos diferentes. Todo esto que os cuento es una simple apreciación que hago viendo la fotografía, lo cierto es que aquellos “Hombres de la Era” sabían de fuerzas centrífugas, de efectos de coriolis, de tensiones, de deformaciones, de elasticidad de los materiales, y de mucho más, y sobre todo del trigo y de la paja que era su especialidad. La “Era”, no en vano, era su universidad.

Yo era un niño, iba a la “Era” con un bote para que me dieran un puñao de trigo para la rola.

Os animo a que cada uno cuente lo de la Era a su manera.

UN SALUDO A TODAS Y A TODOS
Respuestas ya existentes para el anterior mensaje:
BALEARES hay que darse cuenta de lo bien instruidos que estais en cuestiones de máquinas, trillas, parvas y eras.

Para mi representan la llegada del verano, rodeábamos por la era de la calleja que va al Santo, la del tio Juan Pocero (q. e. p. d) con atardeceres calurosos. El cantar de las ranas en la charca y llenándose el cielo de estrellas. Mis paseos por la carretera de Parral con mi pandilla. Comparto contigo trazos de mis recuerdos. Un Abrazo.
Hola maestro Baleares, como comprenderás, a un maestro nadie le tiene que dar permiso para meterse en un berenjenal y mucho menos yo, que solo me limito a aportar mi granito de arena para ayudar a dar vida a este nuestro querido foro.

¡Tú sí que sabes!. Es más, desde hoy, yo te nombraria como CATEDRÁTICO del foro; ¡lo has "bordao"!. Qué quieres que te diga?.-Pués que entiendo y suscribo con todos sus puntos y comas, todo lo que has "desenrreao" al meterte dentro del "berenjenal" de la trilla, ... (ver texto completo)