Continúo con el bueno de Fidencio. Cuando finalice el “tomo”, le pediré auxilio para edite otro volumen. Este poema, tiene "tela". "... bajan... imensas agonías...". Saludos. PC
<< LATIR SILENTE
Por los campos…,
Corre un sudor de fuego que estremece.
Bajan, desde el pueblo a los valles…
Inmensas agonías;
Y solas se van por la ribera,
En grupo y doloridas,
Sin que no las pueda consolar ni el viento.
Los cerros casi pardos,
Las borrosas veredas
De la umbría; y los rebaños
Como ovillos de cáñamo regresan
Al sobrio y largo cobertizo
De cal y rojas tejas.
¡Oh, qué gran misterio, cuando todo
Se vuelve negro sobre la tierra!
Anocheceres de diciembre;
La inmensa
Lumbre sobre la chimenea
De la casa, llama el viento,
Débilmente al postigo de la puerta.
El hogar huele a humo;
En las varas del canizo ya cuelgan
Los restos de matanza. Fuera,
Algún que otro llanto de los búhos
Volando entre la niebla.
Y, yo, aquí sólo…
Recordando las vivencias,
De tantas tardes cuando era niño;
De tantos pasos que dejara en ellas.
¡Qué prestas,
Qué fáciles me llegan al recuerdo…
Aquellas tardes del invierno cenicientas!
Madrid, octubre de 1979
FDA. Fidencio Vital Gil >>
<< LATIR SILENTE
Por los campos…,
Corre un sudor de fuego que estremece.
Bajan, desde el pueblo a los valles…
Inmensas agonías;
Y solas se van por la ribera,
En grupo y doloridas,
Sin que no las pueda consolar ni el viento.
Los cerros casi pardos,
Las borrosas veredas
De la umbría; y los rebaños
Como ovillos de cáñamo regresan
Al sobrio y largo cobertizo
De cal y rojas tejas.
¡Oh, qué gran misterio, cuando todo
Se vuelve negro sobre la tierra!
Anocheceres de diciembre;
La inmensa
Lumbre sobre la chimenea
De la casa, llama el viento,
Débilmente al postigo de la puerta.
El hogar huele a humo;
En las varas del canizo ya cuelgan
Los restos de matanza. Fuera,
Algún que otro llanto de los búhos
Volando entre la niebla.
Y, yo, aquí sólo…
Recordando las vivencias,
De tantas tardes cuando era niño;
De tantos pasos que dejara en ellas.
¡Qué prestas,
Qué fáciles me llegan al recuerdo…
Aquellas tardes del invierno cenicientas!
Madrid, octubre de 1979
FDA. Fidencio Vital Gil >>
Hola PC. En este último viaje que has hecho al pueblo, además de disfrutar de la compañía de tus familiares y paisanos (lo cual siempre hace que uno vuelva con las pilas cargadas), nos has traído un regalo muy interesante y que nos vas soltando en pinceladas para que lo podamos saborear mejor. Me refiero, como habrás podido comprender, a los escritos de Fidencio. Ha sido un acierto el haberle convencido (según me ha parecido leer Vísperas y tú habéis tenido la "culpa") para poder difundir sus escritos por este medio y que los podamos conocer y disfrutar. Es una persona con la que siempre mantuve una gran amistad y me demostró su talento en los años que conviví con él. Conocía más sus canciones ("Yo te sigo queriendo", "De tierra adentro", "Levántate pueblo", etc.) Recuerdo al grupo folk "Azabuche", me encantaba escucharle y fue una pena que tuviera una existencia tan efímera, pues se veía que en él había madera, buenos musicos y buenas voces. Ahora nos podemos deleitar con sus poesías y yo ya las estoy poniendo a buen recaudo. Desde aquí le mando un fuerte abrazo a mi amigo Fidencio (al que animo a seguir escribiendo) y otro a ti por ser tan buen transmisor.
Arr, buenas tardes tengas. Estuve hablando por teléfono la semana pasada con Fidencio y le comenté la sorpresa tan grata que me llevé cuando ví, de la mano de mi hermano, su escritos en el foro. El, como no puede ser de otra manera, se alegró un móntón y, le animé a que siguiera mandado cosas. Tengo con el más de una historia porque su companía siempre fue próxima, por ser una persona sencilla, altruista, y, a la vez, llena de inquietudes. El siempre fue amigo de sus amigos y, defendiendo sus convicciones, lo consideré una persona muy tolerante, que, para los tiempos que corren, es un distintivo.
Aquí el campo está pasando del blanco de la flor al verde de la hoja y está apareciendo la frondosidad. El agua corre que se las mata y el paisaje te envuelve. Nosostros todas las tardes nos damos un paseo hasta Cuacos y luego seguimos por un camino de vuelta, como unos 10 km., para hacer algo de ejercicio.
Un saludo
Un saludo
Aquí el campo está pasando del blanco de la flor al verde de la hoja y está apareciendo la frondosidad. El agua corre que se las mata y el paisaje te envuelve. Nosostros todas las tardes nos damos un paseo hasta Cuacos y luego seguimos por un camino de vuelta, como unos 10 km., para hacer algo de ejercicio.
Un saludo
Un saludo
