
NUEVO ALIENTO
Gracias BAE, Gracias D. FRANCISCO, gracias por esos besos que nos mandáis a Hili y a mí, son como un aliento.
Más que estar ocupado, estuve empleando últimamente el tiempo en otras cosas, aunque en ningún momento olvidé a los amigos, los llevo siempre en mi pensamiento, y ese pensamiento no me lo quita el paso del tiempo.
Lo peor de todo es que empleé el otro tiempo con asuntos de trabajo, y encima acotado por cuestiones de plazo, sabiendo que además de no agradecérmelo tampoco era de mi agrado, por lo que el desagradecimiento fue doble. Prescripciones, plazos, urgencias y más urgencias, ¡mira tú que coño prisas!
¡Qué horrible resulta el querer controlar el tiempo a sabiendas que el tic-tac del reloj es implacable! Te sumerges en una lucha despiadada en la que siempre el tiempo llega primero y encima el jodido lo hace tan fresco, dispuesto a continuar tal y como empezó; mientras que tú llegas agotado, siempre a remolque de ese tictac que sabes que segundo a segundo te está quitando la vida; ¡y no aprendo!
Me gustaría llevar los relojes sin agujas o aquellos de juguete que paralizaban al tiempo. Con esa añoranza nos “pegamos” este fin de semana un viajecito al Pueblo, ¡necesitaba aire fresco!, ¡necesitaba tomar aliento!
¡Qué bonito está mi Pueblo!
Gracias BAE, Gracias D. FRANCISCO, gracias por esos besos que nos mandáis a Hili y a mí, son como un aliento.
Más que estar ocupado, estuve empleando últimamente el tiempo en otras cosas, aunque en ningún momento olvidé a los amigos, los llevo siempre en mi pensamiento, y ese pensamiento no me lo quita el paso del tiempo.
Lo peor de todo es que empleé el otro tiempo con asuntos de trabajo, y encima acotado por cuestiones de plazo, sabiendo que además de no agradecérmelo tampoco era de mi agrado, por lo que el desagradecimiento fue doble. Prescripciones, plazos, urgencias y más urgencias, ¡mira tú que coño prisas!
¡Qué horrible resulta el querer controlar el tiempo a sabiendas que el tic-tac del reloj es implacable! Te sumerges en una lucha despiadada en la que siempre el tiempo llega primero y encima el jodido lo hace tan fresco, dispuesto a continuar tal y como empezó; mientras que tú llegas agotado, siempre a remolque de ese tictac que sabes que segundo a segundo te está quitando la vida; ¡y no aprendo!
Me gustaría llevar los relojes sin agujas o aquellos de juguete que paralizaban al tiempo. Con esa añoranza nos “pegamos” este fin de semana un viajecito al Pueblo, ¡necesitaba aire fresco!, ¡necesitaba tomar aliento!
¡Qué bonito está mi Pueblo!