Fortuna, tu padre nunca me falla, siempre que voy nos vemos y nos saludamos, le he visto muy bien de salud, cuando me acuerde tengo que preguntarle si se acuerda de un caso que me ocurrió en el Bar, pagué una consumición con un billete de poco valor, y uno de tus hermanos me daba la vuelta en un platito todo lleno de dinero, se lo digo a tu padre que estaba allí y decía: Es que a estos muchachos les queda que aprender mucho.