MEMBRIO: EL GALLO PARLANCHIN...

EL GALLO PARLANCHIN

Érase una vez un gallo llamado Benito que era rey de un gallinero, pero ninguna de las gallinas que ahí habitaban lo aceptaba como tal, porque tenía un plumaje gris cubriendo un cuerpo flaco y enjuto.

Su cresta era pequeña y rosada y sus ojos parecían dos lunares sobre un diminuto pico.

Las gallinas sólo miraban al gallo del corral vecino y suspiraban al verlo caminar tan gallardo y altivo, era un gallo que se sentía guapo y único y que a todo su gallinero lo tenia bajo control.

Parecía que tenia a todas -bueno no a todas- las gallinas a sus pies y tenia
tanta labia que convencía a todas.

Las gallinas se sentían seguras, cuando las reunía en el gallinero

-Muñecas…no se preocupen yo hablo y lo arreglo todo
-Tu déjame a mí, que yo lo soluciono

Al observar esto, el gallo Benito sufría y se ponía muy triste porque se creía feo e inservible para sus compañeras.

Una noche hubo un gran alboroto en el gallinero vecino.

Una zorra se comía una a una a las gallinas de aquel corral, mientras las otras observaban junto a Benito.

Todas las noches se repitió lo mismo hasta que no quedó ninguna gallina y tampoco el iluso gallo tan altivo y charlatán.

_ ¿Qué vamos a hacer Benito, si tú eres tan flaco que no nos podrás defender?

Alegaba una de las gallinas.

-Benito callaba.

Pero Benito mientras tanto ideaba la forma de defender a sus compañeras.

Pero poco se le ocurría porque sentía que no podía conquistar a la zorra y tampoco sobrepasar su fuerza.

Sin embargo algo surgió en su mente y se propuso realizarlo.

Cuando la zorra llegó al gallinero de Benito, éste la esperaba fuera de él, porque gracias a su delgadez pudo salir por las rendijas de alambre y cuando ella se acercó Benito comenzó a correr y ella lo siguió y gracias también a su agilidad por tener poco peso pudo ser más rápido que ella.

Corrió muchísimo y luego llevó a la zorra hacia un gran agujero que días antes un topo había cavado de susto al ver la cara de Benito.

La zorra cayó en el hoyo y Benito salvó a todas las gallinas de su corral y desde ese día a Benito no le vieron sus defectos sino sólo sus virtudes porque gracias a lo que ellas encontraban feo, estaban con vida.

Todas ellas aprendieron que no es importante ver en los otros sólo su exterior sino lo verdaderamente importante es ver las cualidades internas de cada uno.

Mientras Benito aprendió que él era un gran gallo.

BUEN DIA MEMBRIO…. MEMBRILLEROS
QUE SEAN FELICES
Respuestas ya existentes para el anterior mensaje:
Me quedo con el memsaje.
Menos mal que en el foro tenemos más de un gallo Benito.

Un Abrazo.