RIBERO. Con independencia de que en la escuela tuvieras más de medio curso ganado por llevarle los churros a D. Pedro, reconozco que tú eras de los mejores, de esas mentes lúcidas y privilegiadas que destacaban; y en ese contexto te digo que “de tal palo tal astilla”, con todos los respeto hacia ti por llamarte “palo” y, sobre todo, con todos los respetos hacia tu hija por llamarla “astilla”. Reconozco que no queda como muy floreada la expresión, pero lo que importa es la calidad de la madera, y eso es lo que he querido resaltar.
Enhorabuena a la familia. Me alegro muchísimo por vuestra hija, que ha visto su esfuerzo recompensado, pero sobre todo celebro el hecho de que hayáis podido compartir todos juntos ese momento.
UN ABRAZO
Enhorabuena a la familia. Me alegro muchísimo por vuestra hija, que ha visto su esfuerzo recompensado, pero sobre todo celebro el hecho de que hayáis podido compartir todos juntos ese momento.
UN ABRAZO