Lo de Tomás es para enmarcarlo. Es como el Gran Capitán, siempre al frente de sus tropas. Antes se le podía parar pisándole el pie; YA NI ESO, ahora levanta y baja el talón y sigue el ritmo de su acordeón. Y si se le cogiera el pie entero ya inventaría algo para no dejar de acariciar el teclado. Es el primero en animar al personal y el último en terminar la fiesta. Nos cansa y él sigue. Paramos de cantar y bailar y él sigue tocando. De día o de noche, a él le es igual. Con siesta o sin ella, él sigue. Si lo alimentamos (y mira que le gusta comer) bien, y si no también bien. Siempre adelante.
Claro, que no es únicamente (y principalmente) porque nos anime con el acordeón por lo que es de admiración. Sobre todo lo es por la gran persona que es. ¡Y encima escribe de maravilla! Me alegro de ser tu amigo. Cuídate. Un abrazo y besos para Hili.
Claro, que no es únicamente (y principalmente) porque nos anime con el acordeón por lo que es de admiración. Sobre todo lo es por la gran persona que es. ¡Y encima escribe de maravilla! Me alegro de ser tu amigo. Cuídate. Un abrazo y besos para Hili.
