AMAPOLA DEL SAGRARIO
Queridísima y amadísima Amapola del Sagrario de la quinta enmienda de la Constitución tácita anglosajona:
Tómatelo con calma, mujer. Ya sabes que, dicen, nada es verdad ni mentira; y que, todo es relativo. Vivimos en el relativismo. Gracias por tu ironía, pero me hago un lío con los eufemismos, aforismos, sofismas y silogismos. Desearía, si el Sr. Alcalde nos lee (nada tengo contra él, a contrario) que el próximo pregón lo leyese un guardia civil de aquellos de la capa, el frío, el camino y el hambre; aquellos hombres que se integraban en el pueblo y que jugaban la partida donde “el portugués”; aquellos hombres que para ponerte una multa tenías tú que darles el papel y el bolígrafo, aquellos hombres que nos hacían compañía y ponían paz, más con la intermediación que con autoridad. En fin, aquellos abnegados y humildes ciudadanos de verde al servicio de la ley de su tiempo- la de todos los tiempos- que sufrieron y sufren; mueren y murieron, para que nosotros podamos seguir dormidos o durmiendo; para que sigamos hablando o en silencio, bailando, serios o riendo y, a cualquier hora del día, decir que, lo que decimos ahora, es lo que tenemos o podemos decir, al igual que dijimos lo tuvimos o pudimos decir en otros tiempos. Aquellos señores de verde en el estío, que formaban parte del paisaje y se los llevaron de nuestro pueblo. Se los llevaron (No sé si, para que así no fuese, movimos algún dedo) Sí, debo decir y digo que, yo, en particular, con cariño los recuerdo. También, que coño, a sus hijas ¡Faltaría menos!
El LUTE, es DON ELEUTERIO. Pagó su deuda y a vivir tranquilo en sociedad tiene todo el derecho. Pero, en este caso, que me disculpe Agustín (Yo de política no entiendo porque no quiero) disiento- aunque lo entienda o lo entiendo, e incluyo me parece un paisaje de la vida, estupendo (A lo mejor, yo también lo hubiera o hubiese hecho) -al fin y al cabo forma parte de nuestro mundo juvenil, de nuestros recuerdos-
Y, como disiento, y en compensación por el pregón de este año festero, propongo al regidor, que al próximo, en representación de todos los verdes que por mi pueblo anduvieron, sea el Guardia BERROCAL, el que lea el pregón… por ejemplo. ¿O es que, acaso, vecinos y vecinas de nuestro queridísimo pueblo, puede compararse a semejante Guardia el tal D. Eleuterio?
Así que, tome nota- sea quién sea el Alcalde aventurero- Para el año que viene, EL PREGÓN DE LA FIESTA, EL GUARDIA BERROCAL… aunque no sea políticamente correcto. Y yo, a su lado, vestido de torero.
Larga vida a todos os deseo. PC
Queridísima y amadísima Amapola del Sagrario de la quinta enmienda de la Constitución tácita anglosajona:
Tómatelo con calma, mujer. Ya sabes que, dicen, nada es verdad ni mentira; y que, todo es relativo. Vivimos en el relativismo. Gracias por tu ironía, pero me hago un lío con los eufemismos, aforismos, sofismas y silogismos. Desearía, si el Sr. Alcalde nos lee (nada tengo contra él, a contrario) que el próximo pregón lo leyese un guardia civil de aquellos de la capa, el frío, el camino y el hambre; aquellos hombres que se integraban en el pueblo y que jugaban la partida donde “el portugués”; aquellos hombres que para ponerte una multa tenías tú que darles el papel y el bolígrafo, aquellos hombres que nos hacían compañía y ponían paz, más con la intermediación que con autoridad. En fin, aquellos abnegados y humildes ciudadanos de verde al servicio de la ley de su tiempo- la de todos los tiempos- que sufrieron y sufren; mueren y murieron, para que nosotros podamos seguir dormidos o durmiendo; para que sigamos hablando o en silencio, bailando, serios o riendo y, a cualquier hora del día, decir que, lo que decimos ahora, es lo que tenemos o podemos decir, al igual que dijimos lo tuvimos o pudimos decir en otros tiempos. Aquellos señores de verde en el estío, que formaban parte del paisaje y se los llevaron de nuestro pueblo. Se los llevaron (No sé si, para que así no fuese, movimos algún dedo) Sí, debo decir y digo que, yo, en particular, con cariño los recuerdo. También, que coño, a sus hijas ¡Faltaría menos!
El LUTE, es DON ELEUTERIO. Pagó su deuda y a vivir tranquilo en sociedad tiene todo el derecho. Pero, en este caso, que me disculpe Agustín (Yo de política no entiendo porque no quiero) disiento- aunque lo entienda o lo entiendo, e incluyo me parece un paisaje de la vida, estupendo (A lo mejor, yo también lo hubiera o hubiese hecho) -al fin y al cabo forma parte de nuestro mundo juvenil, de nuestros recuerdos-
Y, como disiento, y en compensación por el pregón de este año festero, propongo al regidor, que al próximo, en representación de todos los verdes que por mi pueblo anduvieron, sea el Guardia BERROCAL, el que lea el pregón… por ejemplo. ¿O es que, acaso, vecinos y vecinas de nuestro queridísimo pueblo, puede compararse a semejante Guardia el tal D. Eleuterio?
Así que, tome nota- sea quién sea el Alcalde aventurero- Para el año que viene, EL PREGÓN DE LA FIESTA, EL GUARDIA BERROCAL… aunque no sea políticamente correcto. Y yo, a su lado, vestido de torero.
Larga vida a todos os deseo. PC