AZABUCHE, hasta ese momento me imaginaba tu garbo y salero pero esa noche lo corroboré personalmente. Fue un verdadero placer para mí y una delicia para mis sentidos oírte cantar, aunque a esas horas ya algunos de ellos empezaban a mezclarse, me refiero a los sentidos. Así que no me extraña que los chupitos de coñac de la botella que nos dio Asun, me supieran igual que la deliciosa agua del tinajón, con sabor a barro, que bebíamos sediento, hasta ponernos moraos y a punto de darnos una “perplejía”, cuando llegábamos a casa de jugá a la pelota por esas callejas. Ese agua debía tener efectos medicinales y estimulantes, al igual que lo tenía el coñac de Asun.
Se me abrieron los ojos, se me activaron los dedos de las manos y se me agudizó el oído, y no digamos el gusto y el olfato; “algunos”, como perros callejeros terminamos sin coger un mal catarro.
Fue una noche muy bonita y al otro día seguían las fiestas. Esos “algunos” dimos paso al mercadillo del viernes y mientras tanto nos acostamos un rato; cuando se volvió a levantar el telón, también nosotros nos levantamos.
BESOS PARA TI Y SALUDOS A TODA LA FAMILIA
Se me abrieron los ojos, se me activaron los dedos de las manos y se me agudizó el oído, y no digamos el gusto y el olfato; “algunos”, como perros callejeros terminamos sin coger un mal catarro.
Fue una noche muy bonita y al otro día seguían las fiestas. Esos “algunos” dimos paso al mercadillo del viernes y mientras tanto nos acostamos un rato; cuando se volvió a levantar el telón, también nosotros nos levantamos.
BESOS PARA TI Y SALUDOS A TODA LA FAMILIA