AGUILA PESCADORA:
Hay que haberla visto, enorme y sin embargo tan ligera, con sus largas alas acodadas, magnifica en apariencia, contrastando el blanco brillante del abdomen con su dorso pardo apizarrado y sus marcas leonadas, zambullirse de repente como una piedra y desaparecer, con las garras hacia delante, en un gran chorro de agua, para lamentar la notable disminución de esta rapaz.
Hay que haberla visto, enorme y sin embargo tan ligera, con sus largas alas acodadas, magnifica en apariencia, contrastando el blanco brillante del abdomen con su dorso pardo apizarrado y sus marcas leonadas, zambullirse de repente como una piedra y desaparecer, con las garras hacia delante, en un gran chorro de agua, para lamentar la notable disminución de esta rapaz.