VALDÍO, si recibí tu correo. Quien primero lo abrió fue HILI, y cuando hablé con ella por teléfono, me comentó que había recibido un e-mail vuestro con algo muy entrañable para mí, pero no me lo quiso desvelar, así que cuando llegué a casa, lo abrí y lo leí. Me hizo muchísima ilusión y sentí una sensación interior muy especial. En un instante me vinieron a la cabeza muchos recuerdos, a pesar de que Él se nos fue muy joven y yo era muy pequeño; a pesar de que Holanda nos arrebató a ambos el tiempo para estar juntos; pero el que disfrutamos fue muy intenso; por eso lo recuerdo.
Sin embargo, respecto de lo que me cuentas en tu correo, supongo que Él sería muy joven y yo ni siquiera era un proyecto; por eso no conozco los detalles, aunque me gustaría conocerlos. La impresión que tengo es que debe ser un abanico de deseos futuribles cargados de sentimientos, donde predominan los buenos, aunque haya algunos otros que no lo sean tanto; luces y sombras que a modo de un juego te anticipas a la suerte de la vida en asunto de amores. Es un juego de azar, como cuando extiendes las cartas para adivinar tu futuro; pero es que la vida es eso, sólo un juego, pero lo bueno de ella es que la llenamos de sentimientos. Ya me hubiese gustado conocer los que tuvo, el que después iba a ser mi padre, cuando plasmó con un lápiz indeleble esos deseos.
GRACIAS, VALDÍO, por despertar mis sentimientos. Ya me seguirás contando.
Besos para M. C.
Sin embargo, respecto de lo que me cuentas en tu correo, supongo que Él sería muy joven y yo ni siquiera era un proyecto; por eso no conozco los detalles, aunque me gustaría conocerlos. La impresión que tengo es que debe ser un abanico de deseos futuribles cargados de sentimientos, donde predominan los buenos, aunque haya algunos otros que no lo sean tanto; luces y sombras que a modo de un juego te anticipas a la suerte de la vida en asunto de amores. Es un juego de azar, como cuando extiendes las cartas para adivinar tu futuro; pero es que la vida es eso, sólo un juego, pero lo bueno de ella es que la llenamos de sentimientos. Ya me hubiese gustado conocer los que tuvo, el que después iba a ser mi padre, cuando plasmó con un lápiz indeleble esos deseos.
GRACIAS, VALDÍO, por despertar mis sentimientos. Ya me seguirás contando.
Besos para M. C.