Un poquito de lectura, para quien la quiera.
DON JUAN.- Christófano, vieni quá.
BUTTARELLI.- Eccellenza!
DON JUAN.- Senti.
BUTTARELLI.- Sento. Ma hó imparatto il castigliano, se é piú facile al signor la sua lingua...
DON JUAN.- Sí, es mejor; lascia dunque il tuo toscano y dime: ¿don Luis mejía ha venido hoy?
BUTTARELLI.- Excelencia, no está en Sevilla.
DON JUAN.- Su ausencia, ¿dura en verdad todavía?
BUTTARELLI.- Tal creo.
DON JUAN.- ¿Y noticia alguna no tenéis de él?
BUTTARELLI.-! Ah! Una historia me viene ahora a la memoria que os podrá dar...
DON JUAN.- ¿Oportuna luz sobre el caso?
BUTTARELLI.- Tal vez.
DON JUAN.- Habla, pues.
BUTTARELLI.- (Hablando consigo mismo.) No, no me engaño; esta noche cumple el año; lo había olvidado.
DON JUAN.-! Pardiez! ¿Acabarás con tu cuento?
BUTTARELLI.- Perdonad, señor; estaba recordando el hecho.
DON JUAN.- Acaba,! vive Dios!, que me impaciento.
BUTTARELLI.- Pues es el caso, señor, que el caballero Mejía, por quien preguntáis, dío un día en la ocurrencia peor que ocurrírsele podía.
DON JUAN.- Suprime lo de hecho estraño; que apostaron me es notorio a quién haría en un año, con más fortuna, más daño, Luis Mejía y Juan Tenorio.
BUTTARELLI.- ¿La historia sabéis?
DON JUAN.- Entera; por eso te he preguntado por Mejía.
BUTTARELLI.-! Oh! Me pluguiera que la apuesta se cumpliera; que pagan bien y al contado.
DON JUAN.- ¿Y no tienes confianza en que Don Luis a esta cita acuda?
BUTTARELLI.-! Quiá! Ni esperanza. El fin del plazo se avanza, y estoy cierto que maldita la memoria que ninguno guarda de ello.
DON JUAN.- Basta ya. Toma.
BUTTARELLI.- Excelencia, ¿de alguno de ellos sabéis vos?
DON JUAN.- Quizás.
BUTTARELLI.- ¿Vendrán, pues?
DON JUAN.-.......... continuará. ahora toca empezar a currar. Que paseis buen día. Besos MEMBRILLER@S
DON JUAN.- Christófano, vieni quá.
BUTTARELLI.- Eccellenza!
DON JUAN.- Senti.
BUTTARELLI.- Sento. Ma hó imparatto il castigliano, se é piú facile al signor la sua lingua...
DON JUAN.- Sí, es mejor; lascia dunque il tuo toscano y dime: ¿don Luis mejía ha venido hoy?
BUTTARELLI.- Excelencia, no está en Sevilla.
DON JUAN.- Su ausencia, ¿dura en verdad todavía?
BUTTARELLI.- Tal creo.
DON JUAN.- ¿Y noticia alguna no tenéis de él?
BUTTARELLI.-! Ah! Una historia me viene ahora a la memoria que os podrá dar...
DON JUAN.- ¿Oportuna luz sobre el caso?
BUTTARELLI.- Tal vez.
DON JUAN.- Habla, pues.
BUTTARELLI.- (Hablando consigo mismo.) No, no me engaño; esta noche cumple el año; lo había olvidado.
DON JUAN.-! Pardiez! ¿Acabarás con tu cuento?
BUTTARELLI.- Perdonad, señor; estaba recordando el hecho.
DON JUAN.- Acaba,! vive Dios!, que me impaciento.
BUTTARELLI.- Pues es el caso, señor, que el caballero Mejía, por quien preguntáis, dío un día en la ocurrencia peor que ocurrírsele podía.
DON JUAN.- Suprime lo de hecho estraño; que apostaron me es notorio a quién haría en un año, con más fortuna, más daño, Luis Mejía y Juan Tenorio.
BUTTARELLI.- ¿La historia sabéis?
DON JUAN.- Entera; por eso te he preguntado por Mejía.
BUTTARELLI.-! Oh! Me pluguiera que la apuesta se cumpliera; que pagan bien y al contado.
DON JUAN.- ¿Y no tienes confianza en que Don Luis a esta cita acuda?
BUTTARELLI.-! Quiá! Ni esperanza. El fin del plazo se avanza, y estoy cierto que maldita la memoria que ninguno guarda de ello.
DON JUAN.- Basta ya. Toma.
BUTTARELLI.- Excelencia, ¿de alguno de ellos sabéis vos?
DON JUAN.- Quizás.
BUTTARELLI.- ¿Vendrán, pues?
DON JUAN.-.......... continuará. ahora toca empezar a currar. Que paseis buen día. Besos MEMBRILLER@S