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MEMBRIO: Ya te queda poco para llegar a estos parajes. Son los...

BUENOS DIAS.

DON LUIS.- Ni yo; que aunque nada más fué el empeño entre los dos, no ha de decirse, por Dios, que me avergonzó jamás.

DON JUAN.- Ni a mí, que el orbe es testigo de que hipócrita no soy, pues por doquiera que voy va el éscandalo conmigo.

DON LUIS.- ¡Eh! ¿Y esos dos no se llegan a escuchar? Vos.
Por Don Diego y Don Gonzalo
DON DIEGO.- Yo estoy bien.

DON LUIS.- ¿Y vos?

DON GONZALO.- De aquí ooigo también.

DON LUIS.- Razón tendrán si se niegan.
Se sientan todos alrededor de la mesa en que éstan Don Luis Mejía y Don Juan Tenorio.

DON JUAN.- ¿Estamos listos?

DON LUIS.- Estamos.

DON JUAN.- Como quien somos cumplimos.

DON LUIS.- Veamos, pues, lo que hicimos.

DON JUAN.- Bebamos antes.

DON LUIS.- Bebamos (Lo hacen)

DON JUAN.- La apuesta fue…

DON LUIS.- Porque un día dije que en España entera no habría nadie que hiciera lo que hiciera Don Luis Mejía.

DON JUAN.- Y siendo contradictorio al vuestro mi parecer, yo os dije: “Nadie ha de hacer lo que hará Don Juan Tenorio.” ¿No es así?

DON LUIS.- Sin duda alguna; y vinimos a apostar quién de ambos sabría obrar peor, con mejor fortuna, en el término de un año; juntándonos aquí hoy a probarlo.

DON JUAN.- Y aquí estoy.

DON LUIS.- Y yo.

CENTELLAS.- ¡Empeño bien extraño, por vida mía!

DON JUAN hablad, pues.

DON LUIS.- No, vos debéis empezar.

DON JUAN.- Como gustéis, igual es, que nunca me hago esperar. Pues, señor, yo desde aquí buscando mayor espacio para mis azañas, di sobre Italia, porque allí tiene el placer un palacio. De la guerra y del amor antigua clásica tierra, y en ella el emperador con ella y con Francia en guerra, díjeme: “ ¿Dónde mejor? Donde hay soldados hay juego, hay pendencias y amoríos.” Di, pues, sobre Italia luego, buscando a sangre y a fuego amores y desafíos. En Roma a mi apuesta fiel, fijé, entre hostil y amatorio, en mi puerta este cartel:
“Aquí está Don Juan Tenorio, para quien quiera algo de él”
De aquellos días la historia a relataros renuncio; remítome a la memoria que dejé allí, y de mi gloria podéis juzgar por mi anuncio. Las romanas caprichosas, las costumbres licenciosas, yo gallardo y calavera, ¿Quién a cuenta redujera mis empresas amorosas? Salí de Roma por fin como os podéis figurar, con un disfraz harto ruin ay a lomos de un mal rocín, pues me querían ahorcar. Fui al Ejército de España; mas todos paisanos míos, soldados y en tierra extraña, dejé pronto su compaña tras cinco o seis desafíos. Nápoles, rico vergel de amor, de placer emporio, vió en mi segundo cartel:
“Aquí está Don Juan Tenorio y no hay hombre para él. Desde la princesa altiva a la que pesca en ruin barca, no hay hembra a quien no suscriba; y cualquier empresa abarca si en oro o valor estriba. Búsquenle los reñidore; cérquenle los jugadores; quien se precie, que le ateje; a ver si hay quien le aventaje en juego, en lid o en amores.”

Ya te queda poco para llegar a estos parajes. Son los más ¿Como se dice? INN. Aunque, a mí, en particular, me gusta mucho cuando va al cementerio de visita nocturna, y mirándo las lápidas de mármol dice: "No os podréis quejar de mí, vosotros a quien mate; pues si buena vida os quité, mejor enterramiento os di". Esto lo decía, porque el padre había donado sus bienes para enterrar a los desgraciados a quienes su afamado hijo, se llevó por delante. Un beso, corazona. PC. Y, conste, que te va quedando poco para llegar hasta los siguientes versos...

Por donde quiera que fui,
la razón atropellé
la virtud escarnecí,
a la justicia burlé
y a las mujeres vendí.
Yo a las cabañas bajé,
yo a los palacios subí,
yo los claustros escalé
y en todas partes dejé
memoria amarga de mí.

Lo dicho. ¡Ánimo! y reitero beso. PC
Respuestas ya existentes para el anterior mensaje:
Amigo PC te veo "revuelto" en el Tenorio. Para gustos estan los colores, a mi me encanta "El Tenorio" entero, pero si tengo que quedarme con alguna estrofa sin duda eligiria la apoteosis final:

¡Clemente Dios gloria a tí!.
Mañana, a los sevillanos
aterrará el creer que a manos
de mis víctimas caí.

Más, ¡es justo!

Quede aquí el universo notorio ... (ver texto completo)