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MEMBRIO: Saludos a la buena gente membrillera. Cuarenta años...

Saludos a la buena gente membrillera. Cuarenta años después, que se dice bien, viví un Día de Todos los Santos y Difuntos en el pueblo. Mucha gente en el Cementerio tanto el Día de los Santos como el de los Difuntos. También, muy distinto todo el ceremonial al de aquellos años cuando de monaguillo, nos pasábamos toda la tarde panteón por panteón, cantando o rezando responsos."Uno cantao y dos rezaos" pedían la mayoría de los familiares. Dura tarde bajo un sol que dañaba la vista al chocar contra la blancura de los recién blanqueados panteones. Tarde de lloros que en ocasiones sobrecogía a pesar de nuestra indeferencia "profesional". Unos años con Don Jacinto y los últimos con Don José; y siempre, con Antonino que recogía las pesetas y perras gordas que le entregaban por los responsos. El Día de los Difuntos, misa por la mañana en la Ermita de San Bernabé a la que recuerdo, acudía Don Javier en aquel coche reluciente tirado por mulas y conducido con maestría por el tío Pablo,"el estanquero". Y doblaban las campanas... y los monaguillos entre los cuales me encontraba, pasábamos la noche en el campanario con una buena fogata en unos de sus rincones, con los leños de encina que nos daban en la Casa Grande. Subir aquellos leños hasta lo alto del campanario, era un trabajo duro para unos críos de ocho, nueve o diez años. Para nosotros era como una obligación, parte de nuestro trabajo y, era tal la ilusión que le poníamos, que subíamos los escalones hasta el camapanario tan frescos. Y volvíamos a bajar y subir las veces que hicieran falta hasta terminar la faena. Eran otros tiempos y los críos, en muchas cosas, también éramos diferentes a los actuales, No mejores ni peores; pero sí diferentes igual que los tiempos. Eramos duros como las rocas y no conocíamos el miedo jeje.
Respuestas ya existentes para el anterior mensaje:
Amogo Realito, no sabes que felicidad me dà saber que has vuelto por aquì... nos faltas... un saludo sincero para tì y toda tu familia con todo mi corazòn.
Este no es el mi Realito, que me la han cambiao, ¡oye! que algunos le tenian miedo a las lechuzas ¿o no? y los más listos se jalaban todo lo bueno, y el resto a tocar las campanas. Un abrazo amigo
Te vamos a seguir "REALITO": Aquellos responsos eran una pasada, que empezaban cremos recordar: "Ne recordéris peccata mei, Domine". Y siempre había que contestar: "Dum venéris iudicare seculum per ignem". Ni idea de lo que contestábamos, ahora sabemos de todos y somos muy listos, y era: "cuando vengas a juzgar el mundo por medio del fuego". ¡Estábamos diciendo... el fuego! Y ahora que está entredicho incluso el Purgatorio. Y se terminaba con el ya típico "Requiem eternam dona ei Domine, et lux perpétua luceat ei. "Kirye eleisón, Christi eleisón, Kyrie eleison". Pater noster... La melodia era hermosa y TRASCENDENTE. Te dejamos para que nos cuente la CENA DE MONAGUILLOS. Nosotros la primera que recordamos fue en casa de nuestra querida abuela Magdalena, ¡buh... los monaguillos de entonces! SALUDOS. ... (ver texto completo)
REALITO, me alegra tenerte de nuevo por aquí; es que lo de darte la bienvenida, no sé, yo creo que nunca te has ido, solo dejaste de escribir por un tiempo; es dificil de abandonar esta ventana abierta a Membrio. Espero que ahora no dejes de escribir tanto tiempo. Un beso
Querido amigo, REALITO: Sé que estuviste en Membrío. No porque lo digas en tu colaboración, sino porque me lo dijo tu amigo. Me consta que las dos horas departiendo, se os hicieron minutos y que tanta ganas tendríais de contaros cosas que al final pareceríais- digo yo- una canción con síndrome bipolar. Es decir, cada uno queriendo decir y diciendo- atropelladamente- cosas distintas, pero en perfecta armonía y sintonía. He ahí la cuestión. Sabes que éste que esto dice, te aprecia, y te ha echado de ... (ver texto completo)
REALITO, buenas tardes. Me hubiese gustado encontrarme contigo en la Plaza. Voy casi todos los años. Hogaño he cambiado de territorio. He volado alto, como bien dice nuestro ACHENGUE. Decirte que nos alegramos de tu regreso. Me gusta lo que cuentas y como lo cuentas. Un abrazo.