MEMBRIO: LLamé al cielo y no me oyó, más si sus puertas me cierra,...

Buenos días, que paseis una feliz jornada. Besos Membriller@s.

DON DIEGO.- No puedo más escucharte,
vil Don Juan, porque recelo
que hay algún rayo de cielo
preparado a aniquilarte.
! Ah!... No pudiendo creer
lo que de ti me decían,
confiando en que mentían,
te vine esta noche a ver.
Pero te juro, malvado,
que me pesa haber venido
para salir convencido
de lo que es para ignorado.
Sigue, pues, con ciego afán
en tu torpe frenesí,
mas nunca vuelvas a mí,
no te conozco, Don Juan.
DON JUAN.- ¿Quién nunca a ti se volvió,
ni quién osa hablarme así,
ni qué se me importa a mí
que me conozcas o no?
DON DIEGO.- Adiós, pues; mas no te olvides
de que hay un Dios justiciero.
DON JUAN.- Ten. (Deteniéndole.)
DON DIEGO.- ¿ue quieres?
DON JUAN.- Verte quiero.
DON DIEGO.- Nunca; en vano me lo pides.
DON JUAN.- ¿Nunca?
DON DIEGO.- No.
DON JUAN.- Cuando me cuadre
DON DIEGO.- ¿Como?
DON JUAN.- Así.- (Le arranca el antifaz)
TODOS.-! Don Juan!
DON DIEGO.-! Villano!
Me has puesto en la faz de la mano.
DON JUAN.-! Válgame Cristo, mi padre!
DON DIEGO.- Mientes, no lo fuí jamás.
DON JUAN.-! Reportaos, por Belcebú!
DON DIEGO.- No; los hijos como tú
son hijos de Satanás.
Comendador, nulo sea
lo hablado.

PD. No me ha dado mucho tiempo, a la tarde más y mejor. Besos

LLamé al cielo y no me oyó, más si sus puertas me cierra, de mis actos en la tierra, responda el cielo, no yo. Besos. PC