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Antes de nada, te mando por éste medio un fuerte abrazo. No sé si a través de los mensajes y fotos me tienes localizado. Por si no es así, te diré que además de parientes, coincidímos en la escuela de Don Pedro. Para más señas, te diré que soy Juan, hijo de tu tío Mauricio, primo hermano de tu madre y muy amigos en sus años jóvenes, al igual que de tu padre el tío Luis. Tu madre, la tía Andrea, siempre fué muy cariñosa con nosotros. La última vez que la ví, me quedó de ella un recuerdo imborrable. Estaba con tus hermanos por lo alto del cementerio en su silla de ruedas. No sé bien si me reconoció en un principio pero, al decirle que era hijo de su primo Mauricio, ya fallecido por entonces, movía afirmativamente su cabeza y cogiéndome las manos, no paraba de besármelas. Tengo que reconocer que me emocioné ante tanta muestra de cariño. Su rostro reflejaba una gran alegría y, de sus ojos, le caían alguna que otra lagrimilla. Yo creo, que al mismo tiempo que me besaba a mí, estaba besando a mi padre. Nunca olvidaré aquella cara que me quería transmitir y decir tantas cosas. También recuerdo con el cariño y alegria que nos recibió a mi hermano y a mí, en una visita a vuestra casa en San Sebastián. Que sepas que siempre he estado al corriente de tu vida por tus hermanos, y que siempre te mandé recuerdos a través de ellos. Un abrazo artista.
